Mallinali Tenépatl nació en
la zona de la actual Veracruz en el año 1502, cuando los españoles
empezaban a liarla parda en el nuevo mundo.
Era hija del cacique local y se pasó la infancia haciendo lo que quiera
que hiciesen las pijillas del nuevo mundo: collares con cuentas de colores,
cantar con un mapache río arriba rio abajo… Bueno, ya habréis visto Pocahontas
y os podéis hacer una idea. Era todo muy
bucólico y muy Disney hasta que en una
guerra entre los mexicas y los mayas (que a ver si os creéis que antes de
llegar los españoles allí era todo paz y amor) su pueblo pierde, su padre muere
y a ella, sin comerlo ni beberlo, la
venden como esclava al cacique Maya de Tabasco. Se ve que el respeto por el sexo femenino era el mismo en el nuevo y
viejo mundo, no es por ponerme en plan
FEMEN ahora pero un poquito de ganas de ir a quemar sujetadores a una plaza pública
sí que dan ¡eh!
Total que se pasa lo que le queda de infancia y adolescencia
con los mayas y ya puesta aprende a hablar su lengua, que nunca está mal poder
comunicarte con tus captores y el saber no ocupa lugar. En esas estaba cuando
Hernán Cortés, en su proceso de conquista de México llega a la zona. Y pasa lo
típico: los mayas flipando con los caballos, los conquistadores una exhibición
de armas de fuego, un encontronazo y una negociación. Y entre las cosicas que
los locales les ofrecen en los españoles, a cambio de que parasen con las
movidas escupefuego y no tocasen
mucho las pelotas ¿adivináis que estaba? ¡Pues efectivamente! ¡20 tías! Entre
las que obviamente se encontraba Malinche. Y yo me la imagino flipando:
-Bueno, bueno… ¿con los pieles pálidas estos nos mandáis? Es
que reniego ya mismo de mis raíces y de mi
todo, flipo, pero flipo muchísimo, con esta traición, que qué me intercambiaseis entre pueblos de
aquí era una putada pero vale, ¿pero nos mandáis con esta peña rarísima? ¡Qué
por lo que sabemos pueden ser hasta extraterrestres que van a hacer
experimentos y movidas con nosotras!
Y con los españoles experimentos científicos no, que pa
ciencia ha habido siempre poco presupuesto, ¡pero religiosos! Las pasaron al
catolicismo, entre otras cosas porque era un requisito imprescindible para que los
conquistadores pudiesen tener ayuntamiento carnal con ellas, que se ve que si
no eran católicas era pecado, todo lo demás que estaba haciendo no, pero follar
con una tía que no abrazase el cristianismo: ¡un pecado contra el sexto de
manual! Tenían una manera muy free style
de interpretar la Biblia…
Tras el bautizo pasa a llamarse Doña Marina y, decidida a
integrarse, porque estaba de vuelta de
todo en lo que cambiar de tribu se refiere le manda un curriculum a Hernán Cortés poniendo que habla maya y náhuatl nivel
negociación de guerra, que lo de los idiomas siempre va muy buscado en conflictos
internacionales.
Su primera oportunidad surge cuando mientra avanzaba la
expedición se encuentra con unos enviados de Moctezuma, el líder azteca, y a Jerónimo de Aguilar, que era el traductor oficial,
casi le da un parrús:
-¿Pero cuantas lenguas hablan en el sitio este madre de
dios? Que yo pensaba que no podía haber más liada lingüística que en la península
ibérica y mira estos, que estos o tienen un acento muy cerrao o maya no es.
Llamad a la tía esa del curriculum a ver…
Y ahí la escena tenía que ser pa verla: los aztecas
hablándole a Malinche, ella a Jerónimo de
Aguilar y este a Hernán Cortés. Si es que hay veces que parece
más fácil arreglarlo todo a tiros,
El caso es que tras
la charla los enviados volvieron a Tenochtitlán, actual México DF, convencidos
de que no problem y los
conquistadores continuaron su avance por el terreno con toda la intención de
conquistar la ciudad. Antes de llegar a la capital se encontraron con los
Calchatecas (que siii, que había una liada de pueblos y aldeítas que parecía aquello Galicia) Y ahí con Marina actuando
un poco de traductora, espía y agente doble (¡una Mata Hari del nuevo mundo!)
se consiguió una alianza entre los españoles y los calchatecas que duraría toda la
conquista.
Total que siguen avanzando, siempre asesorados por Doña Marina en las costumbres y las debilidades locales. Y claro… lo
de colaborar en conquistar un territorio acaba uniendo, que un día le haces
ojitos mientras piensas una estrategia de combate, otro día un abrazo tras una victoria…y
cuando por fin llegaron a Tenochtitlán ella y Hernán Cortés ya estaban enamorados.
Tenochtitlán era una city que flipas, en los buenos tiempos
llegó a tener un millón de habitantes. Que en mi opinión sin tener yo ni idea de estrategias militares ni na creo que a los
500 hombres de Hernán Cortés se los tenían que haber comido con patatas… pero
es que… ¿qué creéis que hizo el líder, Moctezuma, al ver a los 500 hombres
barbudos con armas que escupen fuego y de los que seguro que ya había oído que
mataban bastante a la peña? ¡Pues exactamente! ¡¡Invitarlos a tomar algo para
charlar!! Y ahí la lianta de Malinche le empezó a decir que había hecho muy bien en no prestar batalla, que los españoles eran mazo peligrosos, que mejor que se
entregara y firemara un acuerdo de paz para evitar una escabechina,
que ella había visto a esos tíos en acción y no eran como la lucha libre
mexicana, que estos iban en serio… y el emperador azteca se entrega ¡si es que
tenían detalles tan inocentes que daban ternura!
Al final la cosa se acabó torciendo igual, pero fue debido a
dos típicas características de la idiosincrasia hispana: la desconfianza (que piensa
el ladrón que todos son de su condición y no se acababan de fiar del buenrollismo
azteca) y el meterse donde nadie te llama, que iba un día la peña de allí a
hacer el típico sacrificio humano de las fiestas del pueblo ¡y como se pusieron
los capitanes españoles! Que eso fatal, que matar gente a los dioses era un
sacrilegio y acabaron matando ellos a unos cuantos nobles responsables del
ritual (ya hemos hablado de la interpretación free style de la Biblia) A partir de ahí sí que fue una liada padre:
los conquistadores intentaron escapar,
tras un pequeño saqueo, en la oscuridad de la noche, los aztecas los pillaron y
pasó la famosa noche triste de Tenochtitlán. Muchas muertes de uno y otro bando
y la primera derrota de los hombres de Cortés, que se acabaron retirando hasta
los territorios de sus aliados los Calchatecas, ¿o os pensabais que América la
conquistaron los europeos solitos sin ayuda de los locales? Al final con un
poquito de refuerzos y un poquito de contagiar la viruela y esas enfermedades
del viejo mundo (que como veis la guerra química tampoco es cosa de ahora, vale
que lo hacían sin querer, ¡pero anda si ayudó!) acabaron en un par de años con
la conquista de la capital y el imperio Azteca.
Para ese momento Malinche
estaba embarazada, que no iba a ser solo guerrear, siempre hai momentos para el
disfrute y el ayuntamiento carnal. ¡si te organizas hay tiempo p’ató! Y cuando
iban camino de las celebraciones Hernán le cuenta un pequeño detalle de que se le había escapado
y es que estaba casado con Catalina de Juárez ¡casado! Ya veis que falsos eran
los hombres del siglo XVI, nada que ver con los de ahora que son todos mazo
fieles y leales ¡qué suerte,chicas del siglo XXI!
Y ahí fue cuando se produjo el primero diálogo intensito de
telenovela Latinoamericana de la historia (y esto leedlo con acento mexicano
que sinó desluce mucho)
-Pero Hernán, ¡que traisión! ¿Y qué hago yo ahora con ese
chamaco que estoy esperando?,
-No te preocupes, mi reina, voy a cuidar de ti y de él,
solusionaré las cosas con Catalina namás la vea.
-¡Ay, amorsito! ¿Me lo juras? Mira que si es niño yo tenía
pensando llamarle Martín, que es un nombre que sé te gusta…
-Amorsito, siempre piensas en todo, por eso te amo. Todo saldrá
bien, verás.
Y no salió bien, ¡claro que no! ¡Qué bueno era el pájaro de
Hernán! Todo lo que siguió fue muy propio de argumento de culebrón también: la
leyenda negra cuenta que Hernán mata a
su legítima esposa aunque una vez soltero de nuevo nunca termina de formalizar
con Malinche,se ve que al final tienne que volver a España a arreglar unas
cosas (con con la justicia y eso) y se
acaba casando en segundas nupcias con Juana de Zúñiga, con la que tiene otro
hijo al que también llama Martín porque era verdad que ese nombre de niño le
flipaba.
Nuestra Mata Hari se queda en el nuevo mundo y forma una
nueva familia con Juan de Jaramillo, con el que tiene una hija y queremos
pensar que fue tope feliz hasta que fallece víctima de la viruela en el año
1529.