¡¡Venga, venga, que London 2012 está de rabiosa actualidad!!
Que no podíamos dejar pasar, unas pedazo historiadoras y conocedoras en
profundidad de la Grecia antigua como nosotras, una oportunidad para ilustraros
un poquito en esto de los JJOO. ¡Y más arrasando como esta España en todo! ¿Eh? ¿Qué no? ¿Cómo que no ganamos en nada?
¡¡Pero si somos pobres pero honraos!!Si nuestros deportistas son lo más, ¿o no?
¿Cómo? ¿Qué los buenos se han quedado en casa? ¿Qué si no tomamos clembuterol
no rendimos? ¿Qué no nos llevamos ninguna medalla y además nuestras atletas han
desfilado con unas faldas de un rojo que deslumbraría a Stevie Wonder?
Ups, bueno, a ver , a
lo mejor muy enteradas no estamos. Pero es que hemos estado de vacaciones,
jopé, que con la pasta que nos hemos sacado gracias a todo lo que pinchéis en
publicidad (nótese el sarcasmo) nos hemos hecho un tour histórico que pa qué.
Que hemos asistido a los cursillos más “in” de historia y os echábamos tanto de menos que decidimos volver (volveréeeee). Bueno, sí, y además también parece ser que a
lo mejor sacamos un libro y nos obligan a mantener con vida el blog…blablabla… tonterías.
Vamos a lo que nos interesa, los Juegos Olímpicos y la
antigua Grecia. Que ahora estamos en
crisis, pero hubo un tiempo en el que en el Mediterráneo lo petábamos: Grecia,
Roma e Hispania. ¡ Anda que menudos hemos sido!
Corría el año 776 A de C
cuando los griegos decidieron tener un detallito con Zeus, y regalarle
unos jueguitos, dedicarle unas victorias, esas cositas que dan mucha alegría,
solo hay que ver como lucía la Cibeles después de la Eurocopa. Y a lo mejor los
antiguos griegos no tenían un speaker a la altura de Reina, pero ellos hacían
lo que podían.
Los padres, que han cambiado muy poco a lo largo del tiempo,
soñaban con tener un atleta olímpico como quien sueña con un hijo futbolista
que le saque de trabajar. A los doce años ya empezaban a apuntarlos en tal o
cual equipo, a los 16 los tenían todo el día en el gym y a los 20
ya...disciplina libre.
Los antiguos JJOO se disputaban, como ahora, cada 4 años, una
olimpiada le llamaban (más ingeniosos
ellos). Con la salvedad de que durante los juegos se proclamaba una tregua, “la
paz olímpica”, para que los atletas pudieran llegar sanos y salvos a las
competiciones de Olimpia, que no era plan de tener al mejor tirador de jabalina
del mundo, y que te lo mate por el camino uno de los de boxeo.
Los juegos eran muy pareciditos a los de ahora, salvo que no
se andaban con tanta tontería de inauguración y disfraz, digo uniforme. Ahí la
norma era participar desnudos, que así ya ves desde el principio con qué país
quieres ir. Aunque bueno, eso tampoco era así del todo porque solo dejaban
participar a los que fueran griegos y libres. Lo que sí, por ejemplo, es que no
dejaban empujar a los adversarios en las carreras, ni matarlos en la
competición de lucha. ¡Muy bien!¡ Muy civilizado! Sobre el clembuterol Zeus
todavía no se había pronunciado...
La duración era mucho menor, seis diítas, y por el medio aún
hacían un pequeño parón para sacrificarle 100 bueyes a Zeus. Y es que había menos disciplinas, ¿o sois de los que os seguís
creyendo que la marcha es un deporte? Ellos tenían sus carreras, su salto de
longitud sobre foso, su lanzamiento de disco y de jabalina (una jabalina del
tamaño de un dedo que llevaban atada con una cuerda, no se fuera a perder), sus
luchas, sus carreras de carros y su pentatlón, que era la estrella de los juegos,
que consistía en: carrera, salto de longitud, lanzamiento de disco, lanzamiento
de jabalina y lucha. ¡¡TODO!! Si ganabas eso eras ya el puto amo de Olimpia y
te daban una manzana. ¡¡Sí, sí, una manzana! ¿qué pasa? Muy materialistas os
veo a todos. Pues id bajando esos humos que a España solo nos van a llegar
diplomas y quieras que no, por lo menos una manzana te la puedes comer…
Con el paso de los años y de los siglos, Grecia fue
conquistada por Roma y ya vinieron los italianos con sus tonterías de :“Ah, nosotros
no somos griegos pero también queremos participar”, “¡Uy! que nosotros no
creemos en Zeus”, “Jooo, que si no se dedica a ningún dios es todo como muy
pagano y nosotros ahora somos cristianos” Total que en el 393 d .C. el emperador
Teodosio ( que luego se forraría haciendo libros para niños: “Teo en el circo”,
“Teo en el zoo” “Teo mandando un cristiano a los leones...”) ya decide
cancelarlos, que la gente se entretenía con eso y no compraba sus libros.
Y así se quedó la humanidad sin Juegos Olímpicos hasta que allá por el 1896 un noble francés, el barón de Coubertin,
decide restablecerlos, pero desengañémonos, desde que los atletas no van
desnudos esta competición ha perdido mucho.