lunes, 28 de febrero de 2011

CARLOS IV


Estábamos tardando en incluir en este nuestro blog a un monarca Español, ¡que teníamos miedo que Juancar nos lo echara en cara en el discurso navideño y todo!  Así que ahí va el 1º: Carlitos IV, el bonachón, ¡que no hay más que ver la imagen para figurarse que el Carlos era buena gente!
Llegó al trono a los 40 tacos y con muy poquitas ganas de ponerse a gobernar España, ¡que le daba una pereza a esas alturas de su vida y con la que estaba cayendo! Corría el año 1788, una época  mogollón  de problemas: por un lado los ingleses jugando a hundirnos la flota para jodernos el comercio con América, por otro los Franceses en revolución y a punto de empezar a hacer rodar cabezas, y por otro Portugal… emmm … ¿Qué pasaba en Portugal? Bueno, seamos francos, ¡siempre nos ha importado un pijo lo que pasa en Portugal!
Por suerte tenía una mujer muy espabilada, su prima la María Luisa de Parma, que se encargó de controlarlo todo enchufando como consejero y valido a su amante: Manuel Godoy. Y no la juzguéis mal ¡eh! Que ella fijo que pensó: “A ver… si Manolo lo hace todo como en la cama… ¡España irá Bien!”
El caso es que la mayor preocupación para Carlos era que las ideas de los franchutes no traspasasen fronteras, que reinar podía parecer un coñazo, pero la perspectiva de perder la cabeza a golpe de guillotina tampoco era muy alagüeña…  Así que al principio España que posicionó superencontra de la república, hasta que Napoleón tomó el poder y empezó a darle candela a media Europa y ahí ya nos aliamos con los franceses, que nos tiran la fruta y tal, pero en el fondo de se les ve majos… así el Napo y Carlos que quedaron en Touluse para tomar unas copichuelas y firmar el acuerdo de Paz:
-Lo que teníamos que hacer ahora, Carlitos,- decía el Bonaparte-¡ es invadir Inglaterra, joder! Yo uso mis armas de convicción para que toda Europa le haga el vacío,  tú me dejas unos barquitos y luego ya vemos como nos repartimos la isla.
-¡Claro que si, Napoleón! Te dejo toda la flota, ¡¡tengo una armada invencible!!
¡Si es que a los españoles siempre nos ha perdido la boca! Porque, bueno, ya sabemos que el cuento de la armada invencible terminó como el rosario de la aurora… que si el viento estaba en contra, que si la marea, que si el árbitro estaba comprado… ¡un fiasco! Y además los portugueses, (¡ahora ya sabemos lo que hacía Portugal!) de colegas con los guiris y pasando un huevo de las órdenes del Napo.
-¡Me cago en los portugueses y en todos sus fados! A estos los invado yo ahora como hay Dios-  Se rebotó Napoleón todo lleno ira- Carlos, por Dios, déjame pasar a mis tropas por España, anda, que de batallas navales no quiero saber nada en una temporadita…
 Y Carlos, ni corto ni perezoso, dejó que las tropas francesas se colaran en España, pero es que tenía problemas más importantes que atender, ¡que estaba su hijo Fernando VII pasando una adolescencia muy mala! que con el rollo de la rebeldía quería el trono y se pasaba las horas en su cuarto planificando conspiraciones contra él. Que debajo de la cama en vez de revistas porno guardaba notas que planificaban su asesinato…  Estaban los reyes arrepentidísimos de no haber llamado a SuperNany cuando era pequeño, ¡que le habían consentido demasiado!
Así que mientras Napoleón enviaba sus tropas por España camino a la conquista de Portugal Fernando se juntó con sus colegas en Aranjuez y se amotinó contra su padre montándole un pollo tremendo: “¡que quiero el trono, lo quiero, lo quiero y lo quiero! Y si no me enfado y no respiro o no respiras tú” que el pobre Carlos se vio obligado a abdicar.
 Napoleón, flipando con el panorama que tenían en casa sus aliados, pensó que igual se sacaba dos países por el precio de uno, que igual con España no tenía ni que hacer la guerra. Convocó a la familia feliz en Bayona, Francia, y allí obligó a Fernando que devolviese la corona a su padre, y Fernando podía ser rebelde, pero no era gilipollas así que no se atrevió a llevarle contraria al tío más poderoso de Europa… Y luego ya obligó a Carlos IV a que se la entregase a él. Y Carlos, que estaba hasta los huevos de todos los problemas que le estaba dando el reinado, se la dio sin rechistar mientras se retiraba tan tranquilo a su exilio para descojonarse desde el extranjero de los problemas que le dio el trono al emperador. Que el plan en principio parecía una pasada, ¡hasta tenía un hermano llamado José para poner de rey! Que, joder, nombre más español no iba a encontrar... Lo que no había previsto el Napo es que… ¡España estaba hasta los topes de españoles!  ¡que no nos dan gato por liebre tan fácil! Que aquel rey se veía a las leguas que no era español ni descendiente de los Borbones… que nuestros reyes tienen sus cosillas, pero, oye, ¡son de un  campechano! y además más vale malo conocido… Y Napoleón tratando de explicarse:
-A ver… que mi hermano es mucho más progre, que os traemos las ideas de la revolución…
Y los españoles:
-¿¿¿Por qué no te callas???
 Así que hicieron una quedada  en la Plaza de Oriente y fue el rollo ese del levantamiento de 2 de Mayo y esas cosas, que no vamos a contar porque ya tiene Pérez-Reverte un libro sobre el asunto y no queremos hacerle la competencia.  En el 1814 consiguieron al fin echar a los franceses y recuperó el Trono Fernando VII, que mantuvo a su padre,  desterrado en la corte papal hasta su muerte. Si es que cría cuervos…

lunes, 21 de febrero de 2011

TALES DE MILETO

Tales nació en la ciudad de Mileto (¡no lo esperábais, eh!) en el año 639 a. de C.
Fue el primero de los 7 sabios de Grecia y básicamente entró en el top seven, así resumiendo, por ser matemático, geógrafo, pensador, astrónomo y astrólogo. Que dan ganas de decirle: ¡céntrate, Tales, CÉNTRATE!!
  Era hijo de Examio e Cleóbula y cuando era estudiante se fue de Erasmus a Egipto para formarse con los sacerdotes del faraón Amáis en Geometría, astrología y física, allí aprendió cosas tan útiles como medir las pirámides por la longitud de la sombra y eso, que se ve que en la antigüedad el tamaño sí importaba…
Era experto en astrosofía, que viene siendo una forma rompedora de decir que lo sabía todo. Aunque a él lo que más le molaba era lo de observar las estrellas, ¡si hasta se fabricaba sus propios telescopios y fue el primero en predecir eclipses! Esto le granjeaba una fama entre las féminas de Mileto que flipas, que lo de llevar a las chicas a ver las estrellas por la noche ha funcionado toda vida… Y Cleóbula:
-Sienta cabeza, Tales, ¡dame un nieto!! (Si, si, esa manía de que las madres quieran nietos viene de la antigua Grecia, que yo no sé si te dan puntos en el imserso o algo, pero habrá que mirarlo…)
 Y él:
-Todavía es muy pronto mamá…
  Lo que pasa es que lo de enseñar estrellas a los ligues tiene sus hándicaps,  que para impresionar a una chica en un paseo iba mirando al cielo en plan “allí está el cinturón de orión, allí está no se qué… ” Y se cayó a un pozo. Y la tía descojonada (que ya hay que ser mala para no avisarle antes) le suelta:
- ¿Cómo pretendes, Tales, saber a cerca de los cielos, si no ves lo que hay en suelo?
 ¡Qué cabrona! Que además se ve que lo fue contando por ahí, que los escritos de Tales no llegaron a nuestros días, pero eso se sabe, ¡pá mi que lo twitteó y todo!
Lo que realmente catapultó a Tales al estrellato como fundador de la filosofía occidental fue que explicó el Universo de forma racional, que las panoias esas de Zeus y sus colegas está muy bien, una historia muy bonita y tal, pero él llegó a la conclusión de que el origen de todo,  lo que es el origen, era…. ¡AGUA!  La tierra era un islita flotando en un océano infinito y agua eres y en agua te convertirás… ¡superracional!
Y los Miletenses (¿o será Miletianos? ¿o MIletos?) ahí descojonados: hay que ver lo que hace tener tiempo libre… ¡si trabajaras en algo de provecho! ¡¡¡Descubre un teorema o algo, Tales!!!
Y  Tales se picó, que lo que no pasaba era que se metieran con su profesionalidad y con la utilidad, de sobra conocida, de la filosofía, así que ese año de dedicó a predecir el clima y dedujo que la cosecha de aceitunas lo iba a petar, y se dedicó todo el invierno a comprar las prensas de aceituna de Mileto a Quías. Y la peña pensando: ¡está como un cencerro! Fijo que se va ha hacer un macrotelescopio o algún rollo de esos, ¡verás que risas! Y luego llegó la época de la cosecha, las alquiló todas y ¡¡¡se forró!!!!
Y su madre:
-Cásate ahora, Tales ¡Que eres un partidazo!
Y Tales.
-¡Ups! Ahora ya es demasiado tarde!
Pero bueno, una vez que tenía pasta gansa se montó su propia academia de
O.T.
(operación Teorema)
Todo lo que siempre has querido saber de Astrosofía y nunca te has atrevido a preguntar.
Y en la primera edición se le  matricula Pitágoras… ¡eso sí que es petarlo, pero bien! (Para los de la LOGSE, como si Queen saliese de OT 1)
La academia le iba como un tiro y Tales se puso a tope con los triángulos, que no hay pensador que se precie que no tenga su propio Teorema, era lo más trendy en la Grecia clásica y no hizo un teorema, ¡hizo dos! (para saber más pinchad AQUÍ)
Pero nunca dejó de observar las estrellas, y fue el que dedujo que la luna brillaba por la luz del sol,  dividió los años en 365 días, y el tiempo en estaciones
¡¡¡¡Que gracias a Tales tenemos verano!!!
¡Un coco el tío!

lunes, 14 de febrero de 2011

SAN VALENTÍN

San Valentín, ese magnifico día que esperamos durante todo el año, ¿o no? Los escaparates con tartas en forma de corazón, peluches con forma de corazón, colonias con olor a corazón… ¿A alguien se le ocurre algo más útil en que gastar el dinero? ¡Por supuesto que no! Así están las parejas dando saltos de alegría ¡normal!
Y luego están l@s solter@s, singles para ser “cool”, contentísimos tambien:
-Que superrealizada y que superindependiente me siento, que vamos yo de eso de San Valentin paso. Pero ¡buff! ¡muchos pueblos que paso, eh! Que yo no quiero nada en forma de víscera y mucho menos lencería sexy, con lo cómodas que son mis bragas del carrefour, ¡quita, quita!
Y llega a casa deprimida porque en realidad los solteros son los únicos especímenes de la humanidad a los que se le haría ilusión una vida en forma de corazón, y con una tortícolis de caballo, de mirar siempre recto, y hacer como que no ven los ramos de flores, los escaparates rojo puticlub y las tiendas de lencería que cambian los pantys y las maravillosas fajasremodelatodo por atuendos de sex-shop…
Asi que, después de haber sobrevivido todos un año más a este día, pasamos a relatar la historia de ese gran señor que fué Valentín:

En la Roma del siglo III el emperador Claudio II decidió que lo mejor era que sus soldados quedaran solteros, que en cuanto se casaban y empezaban a tener niños se convertían en unos blandengues de cuidado: todo el tiempo hablando de potitos, de pañales y de primeras palabras, ¡¡que aquello era insoportable!!
Claudio quería hombres, HOMBRES ¡que hablaran de putas, de escudos y del circo romano!
Pero a la Iglesia esto le parecía fatal ¡Que estaban escasos de fans! Y además al Vaticano siempre le ha gustado lo de procrear, ¡procrear a lo loco! ¿O alguna vez habéis visto algún cura que no tuviera hijos? Así me gusta ¡dando ejemplo!
Pos eso, que en este contexto el sacerdote romano Valentín decidió arriesgar la vida y casar a esas ovejas descarriadas que eran los soldados romanos.
A Claudio esto le molestó mucho, ¡que ya son ganas de protestar por protestar!:
- Si es que ¡como son estos cristianos! Así que sus sacerdotes pueden quedarse solteros y vivir de Rodríguez, ¡y mis soldados no! Y luego le extrañará que los echemos a los leones… ¡Traedme aquí a ese curilla se va a enterar!
Pero Valentín tenía un piquito de oro, ¡que valía para comercial! O si no, ¡intenta tú ahora convencer a un hombre de que arriesgue su vida por pasar por el altar!
 Y se fue a la entrevista con Claudio dispuesto a hacer publicidad a tope, con todos los panfletos propagandísticos  que decían que Jesús era guay y eso. En un primer momento se metió a Claudio en el bolsillo, que ya no solo le dejaba casar a sus soldados, ¡¡se quería convertir al cristianismo él y todo!!
-A ver, cuéntame otra vez eso del templo donde Jesús la lió parda…
Y Valentín ¡venga a contar historias! Cuando abandonó el palacio Claudio era ya mas católico que él.
Pero luego las malas compañías de romanos ya lo llevaron al lado oscuro de nuevo.
- Que si Cupido se va a enfadar, que si te quitamos el puesto de emperador y se lo damos a otro…
El pobre no pudo con la presión y decidió procesar a Valentín por confundirlo.
La misión de condenarlo corrió por cuenta del lugarteniente Asterius, que como los romanos eran unos aprovechados, decidió probar suerte y pedirle un favorcito 
Oye, Valentín, y digo yo que los cristianos sois de hacer milagritos y eso ¿no? Y tú, que vas a ser ejecutado, pos querrás que te beatifiquen después… Pos fíjate que tengo yo una hija ciega… ¡que no es por mi, eh!  ¡es por ti!
Y Valentín, como era bueno, aceptó y le devolvió la vista a la niña. Y Asterius agradecido:
- Oye, que matar te vamos a matar igual  ¡Pero todo un detalle de tu parte, eh! Que en agradecimiento nada más ejecutarte nos vamos a convertir todos al cristianismo. ¡Ya verás!
Y como a los romanos les gustaba putear a la gente, y a los cristianos ya… ¡ni te cuento!
El carcelero que se encargaba de su encierro hasta la muerte decidió aprovecharse un poquito también: 
-Oye, Valentín, que me he enterado yo que los cristianos sois la mar de cultos y ¡¡tengo yo una hija más burra!! A la que unas clases particulares le vendrían de perlas, que total tú aquí, mientras esperas a que te maten, tampoco haces mucho…
Y Valentín, que tanto valía para un roto como para un descosío, que tanto te curaba una ceguera como te recitaba la tabla de multiplicar… ¡Pos de profesor particular pasó los últimos días de vida! Y como el roce hace el cariño: se enamoró.
Fue ejecutado un 14 de febrero dejando una carta de amor a su alumna en la que firmaba “ de tu Valentín”. Un romántico incurable que era el chico.

Pero la historia no hubiese pasado de ahí de si no fuera porque dos siglos mas tarde a la Iglesia le empezó a molestar un montón una curiosa fiesta pagana que se hizo más famosa que el botellón entre los adolescentes romanos.  En honor a Lopercus, Dios de la fertilidad, los 15 de febrero se hacía un sorteo en entre los jóvenes de donde salían “parejas de diversión” con fecha de caducidad de un año. Y nos creíamos que habíamos sido nosotros los que inventamos los follamigos, ya, ya…Pero ya empezaron los aguafiestas de los sacerdotes a proclamar desde los púlpitos que aquello era un Sindios, que lo que molaba de verdad era lo del amor y lo de comprometerse, que ya lo había dicho Valentín, que era un Santo, doscientos años atrás, que en vez de ir a esas a esas fiestas a que te juntaran a saber con quién, lo mejor era hacerle un regalito a la parienta y ponerle una vela a San Valentín para que se reavivara la pasión y esas cosas…

lunes, 7 de febrero de 2011

JUANA DE ARCO




Juana de Arco nació en Domrèmy, Francia, en 1412. Tenía una vida normal hasta que una mañana en la que estaba paseando  por la Campiña francesa, recogiendo frutas o haciendo cosas de campesinas medievales y eso… pues escuchó una voz en off :
-Juana de Arco, vente al confesionario, por favor.
Era Dios, es que  yo me imagino a Dios sentado en su trono viendo lo que pasa en la Tierra como quien ve Gran Hermano 24horas. En principio deja libre albedrío, que tú encierras a 6.700.000.000  millones de personas en un planeta y tienes garantizados los  jaleos, los líos amorosos  y pecados varios, lo que pasa es que a veces se le va el tema de las manos y se aburre la leche… Como le pasó con la guerra entre  Francia e Inglaterra que empezó en 1337 que era para un par de capítulos y ¡duró 116 años! Vamos que no hay telenovela que lo supere, ¡Si hasta tuvo que redondearle el nombre a la baja y poner “la guera de los 100 años”! Cuando vio que el tema se empezaba a eternizar decidió intervenir y mandar un enviado para zanjar el asunto (que es algo que antes le encantaba hacer a Dios, no sé porque últimamente no envía a nadie, ¡con lo divertido que es!). Es Todopoderoso y  podía haber mandao a un general, a un rey, un soldado…  pero ¡no! Que a Dios le gusta dar golpes de efectos pa que la peña  flipe así que llamó a la pobre Juana, ¡con 13 añitos que tenía la criatura!
Y Juana en el confe:
-¿Qué pasa, Súper?
Y Dios:
-Pues quería recordarte  que seas buena, que vayas a misa, que reces mucho, bla, bla, bla… ¡lo de siempre!  y luego, ya que estamos, quería encomendarte una misión, ¡Nah! Una tontería ya verás: Tienes expulsar a los Ingleses del país y  solucionarme ya el asunto del trono francés, ¡que me tiene frito!  Así que alístate de voluntaria en el ejército y que te asciendan rápido, tú di que vas de mi parte, que mejor recomendación no vas a encontrar. Luego le dices que coronen al Carlos VII en Reims y ya te puedes volver al campo a un monasterio y que te hagan santa, como tú veas…
Y Juana:
-¡Si, hombre, ahora mismo!, Faltaría más…- Si es que… como eran las medievales de decididas, ¡¡como eran!!
Ni corta ni perezosa se dirigió al frente de batalla, que aún no sé cómo pasó a la historia como Juana de Arco y no como Juana la Loca… Llega a donde el ejército francés y va a hablar con el capitán Baudricourt.
-Bonjour mon Capitain , mire que vengo a alistarme de parte de Dios, que dice que me dé un ejército para que expulse a los ingleses y coronar a Carlos VII en Reims, que el tema este de la guerra le está pareciendo un muermo…
Y Baudricout:
-Pero vamos a ver…¿¿¿DE DONDE COÑO HA SALIDO ESTA FRIKI??? No tendremos problemas suficientes, con los Guiris apoderándose del país, para andar con tonterías…
Y la echaron sin hacerle puto caso, para seguir batallando, que era lo suyo, lo que pasa es que el tema se le fue poniendo cada vez más chungo hasta tal punto que llegó el asedio de Orleans y el Delfín se tuvo que refugiar en Chinon. Entonces Juana, que no quería hacerle un feo a Dios, que después a ver como se excusaba en la Gala Final, cuando le hiciese la entrevista y le pasase los vídeos, vuelve a junto de Baudiricourt y éste, hasta las pelotas de tonterías, la manda a que hable con el Rey directamente.
Juana le cuenta al monarca los planes de Dios y a Carlos VII, obviamente, le parece la caña contar con un extra de ayuda divina:
-¿Entonces qué dices que necesitas? ¿Un ejército? ¡Faltaría más! ¿Cuántos soldados? ¿1000? ¿3000? ¿5000 está bien?
Y allá se fue Juana, con el estandarte de Francia y 5000 hombres a su mando. Se ve que lo de llevar  a una tía en el ejército motivó a los soldados mogollón (son muy de motivarse con mujeres los franceses): pusieron fin al asedio de Orleans, expulsaron a los ingleses hacia el norte, coronaron a Carlos en Reims y todavía les quedó tiempo para un cafelito…
Juana ya se iba a retirar aprovechando que estaba en la cresta de la ola, pero luego los fans le pedían bises, y venga otra batallita y tal y pasó lo que pasa con la mayoría de los personajes que no se retiran a tiempo: se acaban quemando
En una de estas batallas la apresaron los borgoñeses y la vendieron a los ingleses, que le tenían unas ganas tremendas y la juzgaron el Ruán. Y buenos son los ingleses cuando te quieren condenar, ¡que al laddo del cardenal de Winchester, María Patiño es un angelito!. Estaba el tío ahí todo loco:
-¡PRUEBAS, QUEREMOS PRUEBAS! ¡¡¡Que me da a mi que eso de las charlas con Dios era todo un montaje!!! ¡Quiero pruebas de que Dios quiere hechar a los ingleses de Francia!
Y Juana:
-¡Pues claro que quería! Y Santa Catalina opina lo mismo... Si lo dice hasta el refrán: cada uno en su casa y Dios en la de todos. ¿Que más pruebas quiere, joder? ¡¡las grabadoras no se han inventado!!
Y el tribunal:
-Uyyyy ¡Ha dicho joder! ¡Que chabacana! ¡A la hoguera, a la hoguera!
La liaron, la liaron y la acabaron condenando a  la hoguera por herética, relapsa, apóstata e idólatra, que muy culta tenía que ser la Juana para entender un pijo de lo que la estaban acusando. Y os preguntaréis ¿y qué hacía Carlos VII que no la ayudó?  Pues yo que sé… ¡Cosas de reyes, supongo!  Eso sí, cuando expulsaron definitivamente a los Ingleses y tomaron Ruan pidió los papeles del juicio y dijo.
-¡OOyyy! ¡Que superinjusto me parece todo! ¡Juicio anulado! ¡Anuladísimo!
-Pos ya está quemada, su majestá…
-Pues hay que inicar el papeleo entonces para hacerla santa, que seguro que le haría Ilusión. Además, joder, así el 30 de mayo nos pegamos una fiestaca a su salud!
Y en 1909 fué beatificada, si, si, 500 años después, las cosas de palacio van despacio...