sábado, 17 de noviembre de 2012

INÉS, REINA DE NOLA



La entrada especial de hoy va dedicada al alma de este blog: Inés, la encargada de la logística, la estética, la burocracia, la administración…y además ¡la que más entradas escribe!. Se lee todos vuestros blogs, contesta a todos los comentarios y además …¡os quiere! Sé que decir esto la predispone a ser vuestra favorita, pero que le vamos a hacer si “ ella lo hace todo y todo lo hace bien”. 

Es de esas extrañas personas que se levantan con una sonrisa y, más difícil todavía, consigue mantenerla durante todo el día. Con ella todo es buen humor y optimismo. Conserva el don de entretenerse con cualquier cosa y de entusiasmarse como nadie.
Domina el humor sin atisbo de duda, se sabe todos los monólogos, todos los juegos de palabras, todos los chistes, y si se lo propone es capaz incluso de adivinar el humor del futuro. Sólo hay una cosa en cuanto a risa por la que Inés no está dispuesta a pasar: el chiste fácil y escatólogico (aunque bueno, si se lo pones en un tweet…).

Pero bueno, no todo van a ser elogios… hay que decir las cosas como son… En primer lugar, conserva una extraña disfunción posicional en cuanto a la ubicación de los alimentos. En nuestro pequeño piso de “Las Chicas de Oro postmodernas” no es extraño pasarse dos horas buscando los corn flakes para acabar encontrándolos en la nevera, y lo mismo ocurre en múltiples ocasiones con el café u otros productos que, en principio, se conservan a temperatura ambiente sin más problemas.

Y si, si… es una chica súper culta, la primera en aprenderse las capitales del mundo cuando nos dio la locura geográfica, la única capaz de recordar los más mínimos detalles de aquella película que habíamos visto en primero de carrera (es decir, allá por el Siglo de Oro), de estar pendiente de cuando se le caen los dientes de leche al perro y de si los nuevos salen en correcta alineación o de hacer la maleta un mes antes de irse de vacaciones (por si acaso luego no tiene tiempo)… es cierto que todo el mundo le cae bien y que nunca se la ve enfadada, que en su modo de vida prima la visualización positiva y que jamás habrá nadie en el mundo más enganchado a la pasta con atún y los special k con chocolate… pero ¡¡ojo!! No todo es lo que parece, y cuando en las noches de lluvia se sienta en el sofá y echa mano a su smartphone… tiembla, y prepárate para escuchar cómo te lee los tweets más absurdos del día, uno tras otro y descojonándose de risa mientras la observamos con asombro, porque no acabamos de entender por qué le hacen tanta gracia… Y no solo eso, hay algo peor… ahora le dio por los blogs de moda, pero eso es un secreto… así que mejor no lo divulguéis por ahí.

Algo que tampoco podemos dejar de expresar aquí, es su querencia por las agujetas y la depilación con cera caliente... esteréis de acuerdo con ella en que no hay cosa más agradable en el mundo... en fin, espero que nunca tengáis que sufrir una clase de body step o tono junto a ella, porque os dará un palizón y luego por encima estará encantada con el agudo  dolor asociado al sobre-esfuerzo del oblicuo interno y el glúteo mayor, mientras tú te concentras en respirar superficialmente para no torturar más a los putos abdominales y al recto externo... si es que a veces, en esta vida, ¡¡hay que aguantar cada cosa!!

En cualquier caso, y resumiendo, Inés es el nexo de unión de un grupo de individualidades excepcionales (excepcionalidad que por otra parte explica la anomalía de nuestra vida sentimental, aquí hay algo raro en el ambiente), es la sonrisa perfecta, la culpable de que ahora estemos aquí… aunque a veces nos entren ganas de tirarle de las orejas porque no se puede ser tan buenos, hombre ya… ¡un poco de respeto por la maldad en el mundo! 

viernes, 16 de noviembre de 2012

CUPIDO Y PSIQUE



Pues resulta que era un rey que tenía tres hijas, las metió en tres botijas... No, venga, era broma, lo de que las metió en tres botijas, digo, que había un rey que tenía tres hijas si es cierto.
Situémonos, estamos en Anatolia, bien, ¿todos sabeis por donde queda? ¿no? ¡¡Aiii, que ya estáis abriendo el Google Earth ,eh pillines!! Buscad por Asia Menor....  En fin, que estamos en Anatolia, y en Anatolia había un rey que tenía tres hijas, las tres de una belleza incomparable (se ve que en la Grecia y la Roma antiguas feas y gordas, no había. ¡No había!), pero destacaba sobre todo la menor, llegando incluso a comparar su belleza con la diosa Venus. Esto a la diosa le sentó mu malamente, que era la tía peor que la madrastra de Blancanieves, y cuando le preguntó al espejito quien era la más guapa de la Tierra y del Olimpo y el muy capullo le contestó que la Psique de Anatolia no veais la que montó. ¡Que berrinche! Mandó venir a su hijo Cupido y le encargó que disparara a la Psique una flecha de tal forma que se fuese a enamorar del mostruo más feo y más abominable de la Tierra. Pero Cupido ve a la zagala... ¡y se enamora! Es que era de esperar, manda a Paquirrín arreglar el grifo de la mansión Play-boy ¡mándalo hombre!, y después pretende que les cobre factura a las niñas. Si es que... Venus sería guapa, pero en entendederas le ganaba la Pantoja. Bueno, a lo que ibamos, Cupido la ve y se enamora y empieza ya a maquinar una de sus ideas de bombero. A su madre no se lo podía decir porque iba a montar en cólera y tener a la Venus enfadada era peor que tomarse el desayuno con Mariló Montero justo después de haberle trasplantado un pulmón de la Igartiburu: ¡Un sindios vaya!
Cupido empieza a investigar por aquí, a hablar con un campesino por allá, a escuchar detrás de alguna puerta... y se entera de que los padres de Psique están muy preocupados porque no le dan encontrado marido, se ve que las mayores ya estaban bien casadas, pero la pequeña era tan guapa que impresionaba demasiado a los zagales del pueblo (Otra cosa sólo aplicable a la mitología greco-romana, espero que ninguna os sigáis creyendo a día de hoy eso de que es que lo impresionas demasiado, ¡me meo de risa! No le gustas, y seguramente no seas tan guapa... ¡Lo siento!). Pues eso, que los padres de Psique hicieron lo típico de cualquier padre preocupado: llevarla al psicólogo Oráculo. Cupido, enterado de eso, da el cambiazo y se hace pasar por el Oráculo de Delfos, como ya os hemos dicho los oráculos hablaban mazo raro, que era muy difícil entenderlos, así que Cupido le echó un poquito de imaginación:
- A ver, pos aquí el problema que tenemos es que la nena no está destianda a ningún hombre mortal porque el amor de alma siempre es inmortal, y sino haberle puesto otro nombre, leñe, que todos queréis ser muy originales y luego... claro... nos quejamos. Así que la vamos a destinar a un Dios horrible y deforme, temido en todos los confines del mundo y del inframundo. Me la vas a llevar al borde de un precipicio vestida de novia y me la vas a dejar allí, a ver que pasa. Venga, el siguiente.
Por su puesto el padre la llevó al precipicio sin contemplaciones, que lo que decía un Oráculo iba a misa y además que una hija soltera en palacio era un incordio, que luego el pueblo habla y eso. Dejaron a Psique en   el precipicio y  Céfiro, el dios del viento del Oeste, mandando por  Cupido la trasladó a un ostentoso palacio lleno de lujos. Allí, cada noche la iba a visitar Cupido y le hacía el amor, (lo que viene siendo de toda la vida ponerle un piso a la querida, luego se inventaría lo de follamigos y las mujeres saldriamos perdiendo sustancialmente, que ya no te ponen piso ni na. ¡¡Si nos está bien por pogres!! Pero eso es ya otro tema...)  Cupido le tenía prohibido encender la luz (era más de hacerlo a oscuras, cosas de dioses). Eso a Psique le daba igual, que confiaba mazo en él, que un hombre con ese patrimonio no podía ser mal tío, ¡y como si lo fuera, vamos! Además que se lo pasaba muy bien en la cama con él, que no quiero yo dar más detalles, pero digamos que si fuera una encuesta del servicio técnico Psique contestaría que estaba sumamente satisfecha con los servicios prestados. Así que todo iba de maravilla hasta que la fueron a visitar sus hermanas. Cupido, al principio no quería que las viese, que ya sabía como iban estás cosas, pero al final le dió tanta pena que accedió.
Las hermanas al ver todo ese lujo se pusieron verdes de envidia y empezaron a rajar:
- Oi, ¿pero que me estás contando? ¿Que no ves a tu marido? ¡¡Uy, pos eso no ,eh!! Vete tú a saber quién será... Si es que yo no quiero decir nada hermana pero padre fue a ver a un oráculo y le dijo que te ibas  acasar con un monstruo, el hombre más feo de la Tierra. Yo creo que va a ser una serpiente, ¡sí, eso creo!
Y cuidado que cualquier noche de estas no le de por comerte ¡eh! Que vi yo un reportaje en la tele el otro día de una serpiente que se acostaba con sus dueños y se estiraba para tomarles las medida y luego zamparselos. Mira, te vamos a decir nosotras lo que tienes que hacer, que para eso somos tus hermanas mayores. Tú te vas a acostar con él esta noche y cuando se quede dormido: ¡zas, en toa la boca! Bueno, en la boca no, mejor le rebañas el pescuezo con un cuchillo, que es así como más romántico.
Psique se quedó muy asustada con lo que le dijeron sus hermanas y como ella también había visto el documental de la serpiente decidió hacerles caso. En cuanto Cupido se quedó dormido esa noche ella cogió el puñal para asesinarlo  pero encendió la luz, por lo de atinar mejor y al verle la cara se quedó de piedra. ¡¡Si es que era monísimo!! ¡¡Y un Dios nada menos!! De esta había metido la pata, pero bien. Luego haría unas declaraciones respecto al acontecimiento un tanto difíciles de creer:
- Yo al ver que no me había mentido y darme cuenta del terrible error que había cometido me sentí fatal. Que intenté matarme y todo, lo que pasa es que el puñal se me cayó de las manos, jeje. Pero no creais que me rendí ahí, ¡no, no! Luego intenté darme muerte con el arco de Cupido pero me pinche con la punta y ya vi que eso dolía mucho, ¡jope! Además que justo en ese momento se me cayó una gotita de aceite de la lámpara sobre Cupido y no veais como se puso...
Efectivamente, Cupido se despierta y al ver la traición de Psique monta en colera, que tampoco era para tanto, no quiero pensar yo como se pondría el tío si la pilla mirándole el móvil:
- Psique, por favor, que disgusto me acabas de dar, ¡has encedido la luz! No te hacía yo tan curiosa como para querer ver la cara del hombre con el que te acuestas todas las noches, si es que... por favor, cuanta desconfianza, como sois las mortales, si ya me había advertido a mi madre. Pues nada ahora te pongo de patitas en la calle, y no quiero volver a verte por aqui ¡eh! Me voy volando, literalmente, porque ya sabes que vuelo. Si es que, está mal que yo lo diga, pero que partidazo te acabas de perder por tu mala cabeza.
Y dicho esto salió volando, claro. La Psique se le agarró a una pierna y salió volando con él, pero el muchacho nada, que estaba muy dolido así que se la quitó de encima, que, a ver, esto es mucha mala leche, ¡porque Psique no volaba, joder! menos mal que cayó bien, en un río, porque pa haberse matado.
Pero Psique no se lo tuvo en cuenta y decidió ir a hablar con Venus a ver si ella le podía echar una mano con su hijo. Lo que pasa es que la Venus estaba supercabreada, primero con su hijo por desobedecerle y luego con esa mosquita muerta que le había roto el corazón. Así que decidió puterala un poco, algo típico en los dioses.
- Aham, que quieres conquistar a mi hijo dices ¿no?, muy bien, pues te voy a encomendar cuatro tareas la mar de sencillas. Venga, apunta: Primero, me vas a separar para mañana este montonaco de legrumbes: el trigo a un lao, las lentejas al otro, las habas...bueno , ¡ya tu sabe! Luego me vas llevar esta lana al lugar más inaccisible del otro lado del río. Después me vas a coger esta vasija y me la vas a llenar del agua negra de la fuete custodiada por dragones y, por último, me vas a ir al inframundo a por una crema antiarrugas. Venga, hasta más ver, ¿que te sea leve! jijiji.
¿Y que creeis que la Psique se puso rauda y veloz a cumplir con todos sus encargos, ¿no?. Pues no, que la tía era una sinsangre y una desaboría, que ya sé en quién se inspiraron para las princesas de Disney. ¿No va la tía y se pone a dormir? Y claro unas hormiguitas ahi toda la noche separando grano, venga, pa ayudar y que el mérito se lo lleve otra. Luego, a la hora de ir a llevar la lana va la muy gili y se tira al río, si es que no es matarse ¡es pa matarla! Pero como era al otro lado del río vino Drexler y le ayudó a cruzar (en realidad la que la ayudó fué una cañavera, pero lo de Drexler molaba). El agua no tuvo ni que moverse del sitio para buscarla que ya se la trajo un águila corriendo porque temían un nuevo intento de suicidio. Y por último para ir al inframundo a la muy pava no se le ocurre otra cosa que, ¿ a que no lo adivinais?  Claro que si: matarse. Que le tuvo que hablar una misteriosa voz:
- ¿Pero que haces, desgraciada? Que el camino es por Tenaro, que lo tienes asfaltado y todo, zopenca.
Así que al final sin muchas ganas se puso en marcha, allí Proserpina le dió un cofrecito y le dijo que se lo entregara sin abrir a Venus. Pero la muy innombrarle, que ya no se como llamarla, lo abre, claro, que ella también quería de ese remedio antiedad para el cutis, claro que sí. Pero lo que había metido allí Proserpina era un espiritu del sueño, que yo que sé, entre diosas a veces se gastaban esas bromitas. El típico chiste que solo tus amigos y tu entendéis. Pero la lista lo tuvo que abrir, ¡si es que siempre tiene que venir el tocapelotas de turno a joder la gracia! Y claro, el espiritu del sueño se apoderó de ella y quedó profundamente dormida.
Y ahora, pesareis: Muy bien, por fin la sosa esta obtiene su mercido. ¡Pues no! Resulta que al enterarse de tamaña tragedia Cupido corre raudo y veloz al encuentro de su amada y la despierta con un beso como si del cuento de la Bella Durmiente se tratara. El espiritu sale de su cuerpo y vuelve al cofre y Psique y Cupido
celebran una boda por todo lo alto. Y para endulzar aún más este empalagoso final diremos que vivieron falices, comieron perdices, ella bebió ambrosía para hacerse inmortal y tuvieron tres adorables hijitos a los que en un alarde de originalidad llamarían: Voluptas (la Gracia de la Voluptuosidad) Castitas (La gracia de la castidad) y Pulchirito (la gracia de la pulcritud) Si es que no se conformaron con la parejita, que va, tuviero que tener tres gracias...
En fin, líbreme Zeus de tomar partido en la mitología pero no me negareis que las hay que nacen con una flor en el culo...






jueves, 8 de noviembre de 2012

CUPIDO Y EL MUNDO (segunda parte)



Pues ya tenemos a un Cupido adolescente, con sus flechas de amor e indiferencia. Cupido provenía de una familia desestructurada, recordemos (aquí) que no sabía bien quien era su padre y su madre lo dejó nada más nacer en el bosque para que lo amamantaran las fieras. Con el paso de los años, y viendo Venus todo lo que la podía armar Cupido con sus flechas, a las que no eran inmunes ni los dioses ni los humanos, ésta intentó hacer las paces con él y manipularlo un poquillo a su favor. Pero a estas alturas Cupido ya era carne de "Hermano Mayor". Montaba unas grescas tremendísimas, la liaba parda con sus flechas, tanto en la Tierra como en el Olimpo, y era de un rencoroso que metía miedo el tío.
Un día Apolo (que también era un sobrado de narices) lo vio por ahí con su arquito y sus flechas y se burló de él:
-¡¡Uy, mira el canijo!! ¡¡Con su arquito de pin y pon!! ¡¡Uy, no me des, eh!! ¡¡Que miedo!! Chaval, ¿no se te quedará grande el arma? Porque, a ver, ¿cuantos años tienes tú? ¿Diez? ¿Doce?
Esto a Cupido le cabreó muchísimo porque la verdad es que un pelín cajino si se había quedado y aparentaba mucha menos edad de la que tenía, que siempre le pedían el carnet en las discos más cool del Olimpo. Pero ya tenía edad para votar, para beber ambrosía y para sacarse el carnet, que si no lo hacía era porque tenía alas y lo veía un poco inútil, no por otra cosa.
Así que decidió vengarse de Apolo a base de bien: Cogió su arco y disparó una flecha de las de amor a Apolo cuando la ninfa Dafne pasaba por delante, e hizo lo mismo con ella sólo que con una flecha de plomo. Total que Apolo se quedó prendado de amor y Dafne ya no sabía donde esconderse. Tan agobiada estaba que le fue con el cuento a su madre, que se lo tomó a la tremenda porque el Apolo tenía una fama de pichabrava que pa qué, era casi el Nacho Vidal del Olimpo, y eso  a ninguna madre le gusta, por muy ninfa que seas:
-Mamá voy a decirte una cosa, pero no quiero que te enfades, ¿vale? Pues resulta que Apolo me está acosando mogollón, que me manda mensajes a las tantas cuando se va de juerga con Baco, me manda fotos suyas por whatsaap a todas horas y me habla por el chat cada vez que me conecto al facebook, que estoy pensando en bloquearlo, y tú sabes bien que no soy yo de hacer esas cosas.
-¿Pero que me estás contando, Dafne? ¡Por Zeus! Tú sabes la fama que tiene Apolo, ¡que este te deja preñada solo con mirarte! ¡¡Apártate de él por favor te lo pido!! ¡¡Que ya me huelo las habladurías, que en vez de ninfa van a decir que eres ninfómana!! (que por cierto, de ahí procede la palabrita, de las ninfas, que parece ser que por lo general tenían unos deseos sexuales locos, y les daba igual carne que pescado, trío que orgía)  Y antes de perder el honor de la familia yo cometo una locura, hija. Ya te aviso.
Y así fue que un día cunado Apolo estaba a punto de alcanzar a Dafne, interviene la madre de ésta y la convierte en laurel. Dafne se va trasformando en manos de Apolo y éste, roto de dolor, llora amargamente y promete que ese árbol siempre se mantendrá verde y que con sus hojas se harán coronas que serán símbolo de victoria y reconocimiento. El dolor a Apolo le duró dos días, ¿para que nos vamos a engañar? Pero la corona de laurel permanecería por siempre como símbolo de éxitos.

Con el tiempo Cupido quiso sentar la cabeza y se puso a pensar en quién podía ser la elegida, alguien que supusiera un reto, con sus mismas aficiones, diosa también a poder ser...y el resultado de todo esta criba era Diana, la diosa de la caza, que había hecho voto de castidad y se paseaba de aquí para allá con su arco y sus flechas, seguida de un séquito de ninfas también vírgenes. Primero intentó currarselo y ligarla por si mismo, que no le gustaba a Cupido abusar de flechas cuando se trataba de él, pero como veía que no funcionaba, pos nada, a grandes males... ¡grandes remedios! Cogió una flechecita de punta dorada y le disparó a Diana cuando la tenía en frente. Con lo que no contaba es con lo rápida que era la jodida, que la esquivó sin menor problema, y la flecha fue a herir a una ninfa de su séquito: Ninfea, quien al instante quedó prendada de amor por Cupido. La Ninfa aquí se enfretó a un dilema de la leche, que por una parte la flecha la había dejado más salida que una gata en celo y por otro estaba la promesa de pudor y castidad que había hecho a Diana, y eran las ninfas muy de cumplir sus promesas, jopé. La probrecita se hechó al monte, con unos calores que pa qué, que se metió de cabeza en el río a ver si se le aplacaban. Pero nada, fue encontrada ahogada al poco rato, a Diana le dio bastante penica, que despues de todo la flecha iba dirigida a ella, así que impidió que su cuerpo se sumergiera y lo convirtió en una preciosa flor: el nenúfar, que desde entonces crece en aguas tranquilas y posee propiedades anafrodisíacas. Esta flor además liberó a las ninfas de las jugarretas de Cupido con sus flechas, que aquello ya era un cachondeo. Que ser ninfa en aquella época más que una bendición era una putada, de ahí el refrán de: "la suerte de la fea la guapa la desea" (Sólo aplicable a la mitología greco-romana, no os engañeis, hace tiempo que la suerte de la guapa la fea la desea, que los tiempos han cambiado).
Pues bueno, que se quedó Cupido un poco chafado con esto, que ya no se podía divertir con las ninfas ni nada, tan aburrido estaba que empezó a pasar más tiempo con su madre, y a veces la hacía caso y todo. De hecho conocería al amor de su vida haciendo un recadito que le encomendó la Venus. Así que, ya sabéis, hacedle siempre el caso a vuestras mamás (el justito, tampoco...) que saben mucho. Pero eso, si tal, lo dejamos mejor para la próxima...

lunes, 5 de noviembre de 2012

CUPIDO

                                                   

Para descansar un poco de Napoleón y los Borbones y los dimes y diretes de la  Indepence War ( así suena como más chic), hemos preparado una entrada especial de amor, a lo patata. Sólo deciros antes que tenemos un twitter muy majo donde podéis seguirnos: @noeshistoria, y recordaros que nuestro blog, como todos, se alimenta de vuestros comentarios, así que no seais tímidos ;).

Pues muy bien, empezamos con ese chico regordete de la foto, si es que... ¿quién no tuvo ganas de achucharlo alguna vez? ¡eh!, sobre todo hasta dejarlo sin respiración  y hacerle reventar sus pequeños pulmoncitos de hijo de puta. ¡¡Que éste llega a nacer en el siglo XXI y os juro que soy yo la primera en llamar a supernanny!!
Pues os tranquilizará saber que no sois los primeros en pensarlo, ni lo de hijo de puta (que no va muy desencaminado) ni lo de matarlo (que eso ya se le ocurrió a Júpiter en los tiempos en que el Olimpo era una Bacanal).

Cupido nació en Chipre por los años aquellos en que los dioses campaban a sus anchas por cielo y tierra, cuenta la mitología que es hijo de la diosa Venus y de... bueno, en esto existen numerosas discrepancias, se le atribuye la paternidad a dioses tan dispares como Marte, Júpiter o Vulcano...Si es que la Venus era como era, ligerilla , que de ahí salió el refrán de: "madre no hay más que una y a tu padre lo encontré en el Limbo" ¿Cómo? ¿Qué no es así? Pues le vais a contar vosotros a Cupido que su madre era una embustera porque lo que es de mi ya se ha reído un rato y paso de más enfrentamientos.
 Sea como fuere Cupido nació en Chipre, como su madre, y al poco de nacer, ésta, que tenía el mismo instinto maternal que las gatas que se comen a sus crías, lo abandona en el bosque para que lo amamanten las fieras. Luego haría diversas declaraciones en el Sálvame de la época para lavar su imagen:
- Si es que yo no lo abandoné por gusto, ni porque se me fueran a caer estos preciosos senos al darle de mamar, es que Júpiter se la tenía jurada, que lo quería matar nada más nacer, ¿tú te crees? Mi hijo que no haría daño a una mosca, pues nada el Jupi erre que erre que sería el causante de grandes desgracias en el Universo...
Así Cupido se crió asilvestrado, en plan Tarzán o el Niño de la Selva, y para más inri le hacen un arco y unas flechas, ¡¡venga, hombre!!¡¡Así!!¡¡Dadle alas!! (que por cierto también se las dieron). Si es que tú cría a un niño así y luego quéjate de que no madura... Pos eso mismo hizo Venus, que se fue a quejar al Oráculo de Temis:
- Si es que es un cabeza loca, Temis, en serio, que no madura, ni sienta cabeza ni nada, todo el día con su arco y sus flechas, disparando sin ton ni son, y además que lo veo yo enclenque, que ¡libreme Zeus de criticar a mi propio hijo! Pero yo juraría que desde los seis años este niño no ha crecido más...
Temis le contestó muy misterioso, porque era un oráculo y los oráculos hablan así, pero más o menos le vino a decir esto:
-No me jodas, Venus, no me jodas, ¡que has abandonado al chiquillo y ahora me vienes con pamplinas! Suerte tienes que siga vivo. Si es que además me cae bien el zagal, fíjate lo que te digo, que le voy a dar yo el poder de que nadie sea inmune a las heridas de sus flechas. Y me lo vas llevar a la boda de Peleo con la Tetis que allí Júpiter con el buen rollito nupcial lo va a perdonar, lo veo... ¡Ah! Y el amor no puede crecer sin pasión. ( Eso lo dijo asi en plan misterioso para anunciarle a Venus el nacimiento de sus próximos hijos: Anteros, Dios del amor correspondido, e Himeneo, Dios del matrimonio, con los que Cupido no siempre se llevaría bien)
Pues eso, que Cupido fue a la dichosa boda y allí, según lo previsto, fue perdonado por Júpiter (no sabemos si Tetis tuvo algo que ver en esto, pero con ese nombre siempre resulta sospechosa, la pobre).

Venus, acordándose de lo que dijo el oráculo le regaló un arco y unas flechas, unas con la punta de oro que sembraban el amor en quienes fueran heridos por ellas y otros con la punta de plomo, que llenaban los corazones de olvido e ingratitud. Y con estas armas fue Cupido por el mundo a hacer fechorías, que el chico no es que sea malo, pero es impulsivo. Que lo pintan con una venda en los ojos para que pienses que no mira a quien dispara y no le cojas manía. ¡Pero de esto nanai! Que veía mazo bien, el puñetero. Pero era un guasón, y un pelín torpe. Y la lió pardísima en varias ocasiones: como con Diana y Ninfea, y con la Psique, ¡¡cómo la lió con la Psique!!, que acabó gritando eso de "¡¡No lloreis, no lloreis que me voy a casar con ella!!". Pero bueno esto ya es otra historia ...

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jueves, 1 de noviembre de 2012

LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA ESPAÑOLA (II)


CAP 1: EL MUNDO ANTES DE 1808 o ¿Qué he hecho yo para merecer esto? 
                                                                         ( Part 2)
 Pues Napoleón nació en Córcega, así que en realidad no era francés-francés. Lo que pasa es que cuando era pequeño sus padres se fueron de “Corsos por el Mundo: Francia” así que el Napo estudió en La France. Era bueno en mates , pero tampoco le entusiasmaba el tema de los libros así que se hizo un ciclo medio de artillería, que en la época tenía muchas salidas, se sacó el carnet de caballo e ingresó en el ejército.

Su primer trabajillo fue el asedio a Tolón. Como acababa de terminar los estudios y tenía muy fresco el temario de “Teoría y Aplicación de la Estrategia Básica para la Invasión de Territorios” (la asignatura más coñazo del ciclo), la conquista de la ciudad fue un exitazo y se los metió a todos en el bolsillo
-¡Si es que no hay como tener estudios, hombre! a este chaval lo vamos a destinar a la Comandancia General de Artillería en el ejército de Italia.
Allá que se fue a la capital de los gabachos. Lo que pasa es que empezó frecuentar unas compañías muy revolucionarias. Formó una pandilla de chiquiteo con el Robespierre y su hermano y entre pincho y pincho la liaron marsellesa. Que menudo era el Robe, que era abogado e iba de legal e incorruptible , el tío listo ¡Que era la vergüenza del gremio! Que después para liberar el estrés de una vida tan recta lo que hacía era decapitar a lo loco, sin medida. Así que pronto la cosa en Francia se les puso fea y Robespierre y su hermano acabaron perdiendo la cabeza ellos también (llevar cabeza era algo tan out, tan pre 1879) y Napoleón encerrado un par de semanas en la fortaleza de Antibes, de donde finalmente fue liberado para partir a París y empezar de cero, con 24 años, sin oficio ni beneficio…
En aquellos momentos París estaba muy revuelto, y se lió una protesta contrarrevolucionaria que quería terminar con la Convención y volver a lo de antes: el Antiguo Régimen , que lo de cortar cabezas se les había ido mazo de las manos y aquello era un sindiós. Que aquí firmaba sentencias de muerte cualquier mindundi ilustrado y, de toda la vida, las sentencias de muerte las firma un Rey.
Bonaparte estaba por allí echando currículums, y finalmente le contrataron en prácticas a ver qué hacía. El chaval se lo tomó en serio (creyó eso de que cuando se termina una beca te contratan) y repelió a los insurgentes. Luego se echó novia, la Josefina. Napoleón guapo, guapo no era, tampoco tenía un pelazo, ni era alto y tampoco es que tuviera un caballo deportivo, pero el uniforme viste mucho y las botas militares son de tacón alto y Josefina picó.
A Josefina le pasó lo que a todas: que el novio de la mili se va fuera. Y es que Napoleón tomó el mando del ejército francés y se piró a conquistar Italia, a luchar contra Austria, los Países Bajos, los territorios del Rhin y finalmente, como Europa le quedaba pequeña, embarcó rumbo a Egipto: La llamaron “Bonaparte On Tour 1798-1801”. Un exitazo de gira. En el mundo mediterráneo no eras nadie si Napoleón no te había dado una colleja revolucionaria.
En Egipto Napoleón hizo lo suyo, un plan de obras públicas, derechos civiles, modernizar la administración… y los egipcios se quedaron con las obras públicas, los derechos civiles y la administración modernizada, pero dándole patadas en la espinilla a los franceses. Que al principio hace gracia, pero luego irrita y cuando llegaron los ingleses a ayudarles, eso ya toca… lo que toca.
Hay que decir que no todo fue trabajo para Napoleón. En Egipto empezó una colección de esas por fascículos de geología. Le pilló el gusto a coleccionar rocas y él venga a decirles a los soldados que pillaran tal o cual pedrusco y que se lo trajeran al campamento, esto restaba seriedad al asunto, ¡que aquello en vez de un campamento francés parecía Stonehenge!
Al final, entre los egipcios, los sirios y los ingleses mandados por Abercrombie (que luego le iría muy bien haciendo camisetas) los franceses optaron por salir por patas. Por eso de seguir con vida … Napoleón y los suyos hicieron un crucero de regreso a París y Abercrombie se quedó con la colección de piedras para abrir con ellas un chiringuito en Londres (no sé si lo conocéis, el Museo Británico).
Un poco hartitos de escuchar a Celtas Cortos y su “haz turismo invadiendo un país” los soldados llegaron a París esperando unos mimos, unos masajitos ... ¡¡un algo!!!. Pero en Francia, desde la Revolución, en el Gobierno había un batiburrillo que pa qué, y no les hicieron ni caso. El Napo, que siempre andaba en todos los saraos, volvió a sus orígenes, y participó en un golpe de estado con el que consiguió el poder:
-A ver, un poquito de por favor, que tanta ley y tanta reforma me tienen frito. Aquí ahora nos vamos a regir por el Código Napoleónico y punto pelota, quien tenga dudas que me lo consulte. ¡Ah! Y ni República ni gaitas, un imperio es lo que tiene que ser la France, y el emperador yo mismo, por no ponernos ahora a buscar, que iba a ser una liada… Que venga el Papa si eso a hacernos una misa para celebrarlo y contratamos una orquesta o al Beethoven que nos componga algo.
- Sería precioso, mi general, el Papa le corona y…
- ¿Qué pasa? ¿Qué yo no tengo manos? La corona me la pongo solito, ¡mariconadas las justas!
Y ya que tenía un imperio pensó en reformarlo un poquito, lo típico: te compras un piso y te pones a hacer obras:

-Lo que le falta a Francia es una isla, con lo a gustico que se tiene que estar en la playita. Así cuando me jubile me voy a un complejo hotelero en medio del mar. ¡Invadimos Gran Bretaña y de paso recupero mi colección de piedras! He dicho.
Pero estaba complicado eso de invadir una isla, sobre todo si de barcos no vas sobrado y el enemigo es duro de narices. Se ve que los hijos de la Gran Bretaña, además de sus rocas, tenían una flota importante, viento a favor y a los portugueses de aliados.

Continuará...