viernes, 5 de agosto de 2011

BLAS DE LEZO


Blas de Lezo fue un almirante español, un peazo de héroe pa flipar del que casi nadie se acuerda. Nació en Guipúzcua en el año 1689 y como en su familia habían sido marineros de toda la vida a él ni le dieron opción a elegir y cuando terminó el insti se fue  a Francia a hacer un ciclo para trabajar en la marina.
 Su primera batalla le pilla con 15 años en plana guerra de sucesión al trono de España. Es que  Carlos II había  tenido la desfachatez de morirse sin descendientes ¡si es que hay reyes que…! Y ahí mismimico, en plena costa a de Málaga, se produjo su bautismo de fuego, pero un bautismo a la vasca, nada de restos de metralla ni mariconadas ¡un cañonazo en una pierna y se la tienen que amputar en vivo! y el tío, ¡ni un sollozo! Como mucho un “¡acabe rápido doctor, que la sierra me está dando  dentera!”  Y a los españoles del siglo XVIII la peña que aguantaba el dolor así a lo bruto les impresionaba la leche, así que le ascendieron a alférez, y hubiesen ascendido al Chino Cudeiro si hubiese estado en la marina, ¡faltaría más! Blas vio el chollo de que con unas cuantas pupas haces carrera militar mucho más rápido que buscando la gloria y chorradas similares, así que en los siguientes años perdió un ojo y  la movilidad del brazo derecho y las tontas ya era capitán de navíos. Y tiene mérito, oye, que lisiadito como estaba el tío ahí currando y haciendo la guerra como el que más, ¡que ahora  por mucho menos llama uno a Carlos Carretero para que le arregle una pensión vitalicia!
El caso es que con las pintas que se gastaba: parche en ojo y pata palo, Felipe V no se comió mucho la olla para decidir que este pavo era el que iba a limpiar de Piratas las costas del Pacífico, ¡que colaba hasta de infiltrado! Y bueno… ¡el terror de los mares! ¡Que no había barco pirata que no se acojonase al escuchar que Blas de Lezo andaba cerca! Y además como en aquel entonces el look pirata lo petaba más que el look ubersexual en la actualidad pues se casó y todo con una peruana monísima.
Para cuando hubo acabado en el Pacífico le tocó adentrarse en el Mar de Orán, que era un hervidero de Piratas, la creme de la creme de la delincuencia y Blas se picaba tanto en las batallas que cuando los de la bandera de la tibias se daban a la fuga ¡los seguía hasta casa! Que era en plan:
-¡Quédate ahí, loco! ¿Ande vas?
-¡Hasta la cocina, no te jode!
Y claro que jodía, ¡que el pavo les ganaba en casa y eso da mucha rabia!
En España, como os figuráis era un héroe, que cada vez que había movidas chungas ya estaba Felipe V llamándole, ¡que pa todo valía Blas! De hecho una vez que los Genevoses se había apoderado de 2.000.000 de pesos Españoles  y no lo querían devolver le mandaron al vasco a que lo fuera resolver el tema. Se plantó en la puerta del banco:
-¡Abajo la banca! ¡¡Democracia Real ya!!!
-A ver, que estaban a plazo fijo y eso requiere unos trámites, que no es por no dároslo pero…
-¿A que os cañoneo con los buques que están atracados en el puerto?
-¿Los dos millones los quiere en lingotes o en monedas?
Si es que no hay como hacerse entender…
Lo que pasa es que a los españoles nos pasó lo de siempre, que cuando tenemos a un compatriota que destaca en algo…. ¡creemos que somos todos unos cracks! Y un tal Juan de León que se había quedado vigilando la piratería en las costas de Florida apresó a un pirata inglés, Jenkins y del subidón se le fue mazo la pinza, le corta una oreja al tipo y le suelta:
-Y ahora vete a junto al rey de Inglaterra y le dices que como se acerque a los territorios españoles le hacemos lo mismito…
Que es para decirle, ¡Juan por dios mátalo si quieres pero no metas a España en problemas! Que a los ingleses de la época lo que le hacía falta para emprender la guerra eran excusas… Y claro, El Rey de los Guiris se tomó fatal la afrenta y reaccionó a las bravas:
-Pues ahora vamos a conquistar Cartagena de Indias, que me gusta a mi más que la costa del sol para ir de vacaciones y es un enclave comercial de la hostia para controlar el comercio con las indias… Preparadme unos 200 buques, unas 10.000 tropas de asalto y lo que haya disponible de macheteros negros sarracenos ¡le vamos a dar una candela a los Spaniers que flipas!-  Lo dijo en inglés todo, claro está, pero lo pongo en español porque acojona más y es como más fuerte, con más garra el discurso…
Cosas de la vida que a Blas de Lezo le habían dado un puesto como Capitán del Mar en Cartagena de Indias y cuando se entera de la que le va a caer flipa en colores…
-¡Hostia, Pedrín! ¿Y nosotros que tenemos?
-Pues verá mi capitán, 6 buques unos  2000 hombres y no se… podemos liar a algunos arqueros indios del interior, pero más de 600 va a estar complicado…
-Bueno... ¡que soy casi de Bilbao, coño! Lo vamos a petar, empiézame a cavar una zanja alrededor de la muralla, no sé bien para qué pero lo hacen en todas las películas…
Y bueno… ¡FIESTÓN FIESTÓN! Dos meses cañoneo va cañoneo viene ¡la cabeza como un bombo! Que no sé si es mejor eso o una fiesta tecno… Y bueno, los ingleses entre el ruido  y la fiebre, que se había propagado entre la tripulación una de esas típicas enfermedades tropicales, yo que sé, la gripe aviar o la gripe A o esas cosas, estaban que no se creían su mala estrella…
-No si al final va a ganar la roja y verás tu que bochorno – se lamentaba el capitán- ¿queréis parar de morir de fiebre, cabrones? ¡Que esto lo hacéis por joder, si lo sabré yo!
Así que ahí tomo una decisión transcendental, antes de que la palmaran todos en el mar ordenó asaltar la ciudad, de perdidos al río, digo al mar, digo a tierra firme…
Ahí bajaron los que pudieron todos ilusionados por pisar tierra firme y cuando colocan las escaleras para subir a las murallas (una técnica muy cutre de asalto, siempre lo he pensado…) ven que se había cavado un foso la hostia de profundo y no llegaban arriba… ¡si es que tenían muy mala suerte! Y los de tierra descojonándose mientras les azotaban con los cañones:
-¡¡Bienvenidos a la fiesta del Blas! ¡The Blas Party!
Total que se rindieron antes de que los masacraran a todos, había sido tal la escabechina que tuvieron que hundir la leche de barcos porque no había suficientes  marineros que los tripulasen de vuelta a Inglaterra.
Cuando el rey se enteró de que sus chicos volvían a casa… ¡ordena preparar una fiesta en su honor! Acuñar monedas para conmemorar el momento, ¡las de Dios! Porque con la emoción no había escuchado toda la historia y se perdió la parte de la conversación en la que le contaban que ¡habían perdido!
Luego ya os imagináis el bochorno cuando se descubrió el mal entendido… ¡que se prohibió a los historiadores Ingleses escribir una palabra sobre lo sucedido! Porque antes lo que no salía en los libros de Historia era como lo que no sale en internet, ¡que no existe, no ha pasado nunca, never, never!
Y en cuanto a Blas de Lezo pues yace en una tumba desconocida en algún sitio de América, que sí, que había sido la leche y tal pero los españoles tampoco somos de recrearnos demasiado con los héroes ¿Quién se acuerda ahora de Blas de Lezo y de Juan Camus de OT1 o El poli risitas?
Ainsssss menos mal que nos quedan blogs que no son de historia…