Rosalía de Castro, esa pobre niña de ojos llorosos, cuya vida llena de desventuras fraguó algunos de los poemas más hermosos de la literatura gallega.
Nació en Santiago de Compostela el 24 de febrero de 1837, en una casa abandonada de la ciudad, que ya es empezar con mal pié. Según su partida de bautismo, era hija de “padres incógnitos”, en realidad un cura y una burguesita de la época (María Teresa de Castro), que intentaron ocultar la existencia de la pequeñaja durante 10 años. Hay que tener mala leche, dar a luz a una homeless y por encima repudiarla, poniéndola a cargo de un familiar ahora, un colega después… A pesar de todo recibió una completa educación, y tan bueniña era que acabó por perdonar a su madre. Que la señora veía que se iba haciendo viejuna y:
- Oye, que no estoy para muchos trotes y hasta me puede dar un patatús (unha volta, que se di na terra), y a ver después quién me cuida, con el cura no se puede contar. A lo mejor esta hija mía, boba cómo es, acepta mis disculpas y me aligera el rollo de la tercera edad…
A los 12 añitos Rosalía se cansó de jugar al escondite, robar fruta y reírse con sus amigos Manolo y Paca:
- La felicidad es un puto rollo, Manolo, te lo digo yo… con lo que me gusta a mi la poesía, la declamación, la pintura, la música… si quiero ser artista, tengo que deprimirme, cubrirme de nubes negras y esas cosas. Ya estoy cansada de tanto pasármelo bien, oyes, ¡¡¡con lo que mola llorar con el telediario!!! Verás cuándo me venga la regla, que a oscura no me va a ganar ni una, y con eso ¡tengo lo de ser artista asegurado!
Total, que se puso a leer periódicos como una loca, para entrenarse en lo de la desesperación vital. Fue tanto el empeño que en unos meses empezó a componer poemas:
- Ai, ai, ai… qué triste soy madre mía
qué poquito la vida me estima
cómo llora mi alma (mmmm, ¿¿con qué rima mía??), ¡¡ahhh!!
cómo llora mi alma de monotonía
Estos versos son para ti… ejem… ¡Sofía!
Y le iba con el cuento a su Madrina, niñera de turno:
- Joooo, madri, ¡¡¡flipas con lo que acabo de escribir!!! Mira, te lo entono así con sentimiento, t´emocionas fijo eh...
La madrina la escuchaba con paciencia, pero acabó por cansarse de tanta literatura. Ella era una mujer más práctica, sentimentalismos para los débiles, que se dice:
- Oye Rosalía, meniña, que me tienes la cabeza comida. Menos arte y más brío con el andar, ¡¡que a este paso no hay quién te case, corcho!!
Pero se equivocaba, en 1856 nuestra escritora se trasladó a Madrid, y se las arregló para meterse en el mundillo de pensadores y periodistas. Así conoció a Manuel Martínez Murguía, con el que se casó en 1858. A partir de ahí vino lo de procrear, venga a parir ¡¡hasta 7 veces!! Con tanto mocoso la tía no tenía tiempo para la inspiración:
- Mira Manuel – le reclamó un día al marido – aquí la que pringa con las papillas soy yo, mientras tú te vas de tertulia y filosofía… pues no señor, que una tiene su dignidad. A partir de ahora nos repartimos lo doméstico, que tengo algunas ideas súper para publicar. Joder, si hace más de 2 años que no lloro ni nada, que así no se puede Manuel, que no me vienen las musas ¡coñe!…
Murguía cedió, no sin cierta reticencia, ante lo mucho insistir de la esposa ("que qué te cuesta, que siempre cargando yo con todo, que si los huevos te los va a freír tu madre y no te lavo los pantalones porque no me da la gana…").
Finalmente, el 17 de mayo de 1863 salió a la luz el poemario Cantares Gallegos, referencia obligada de la literatura galaica, de tal forma que ese día acabó convirtiéndose en el de las Letras Galegas. En 1880 Rosalía relanzó su actividad literaria con Follas Novas.
A la de Castro le dio también por la vena feminista y la de la socio-ecología:
-Que una es tristona pero también tiene su espíritu, oigan, lo abusivo de los hombres no tiene nombre, y no digamos la emigración… que aunque melancólica, apática, anhedónica, abúlica y asténica me queda tiempo para protestar. Si señor, y estoy hasta los huevos de injusticias. ¡¡¡Arriba la revolución, abajo los poderosos, liberad a Willi, el voto ya para nosotras, cerremos la celulosa, adiós ríos, adiós fontes, putos bancos de los cojones...!!! ¡¡¡Me voy de misión humanitaria al Putumayo!!! ¡¡Unámonos por el bien común, hermanos!! ¡¡Galiza ceibe!!
Así todos los días, sulfurándose ahora, deprimiéndose más tarde... hasta se compró un curso de graffities por entregas, de esos que salen al final del verano y en navidades. Aún se ven algunas de sus pintadas por las calles de Santiago: "No al capitalismo, cerremos el Corte Inglés", ó "Liberación y anarquía", ó "Máis galego inda que sea con jeada, cajonacona". El hijo mayor se preocupó un poquito:
- Mami, conozco yo a un señor que dice que es psiquiatra, si eso te apuntas a unas sesiones... te veo un pelín estresada...
Aceptó, más que nada porque la dejaran tranquila, lo de psicoanalizarse era una tapadera y otro modo más de hacer ver a sus fans lo malísima que estaba de la depresión.
- Y no me tomo el Prozac, no vaya a ser que funcione y se me espanten las musas.
Y así siguió su vida, de síndrome premenstrual en síndrome premenstrual, solitaria pero inventiva, de tal forma que antes de 1885, año en el que fallecía, tuvo tiempo para crear uno de los legados más brillantes de la literatura gallega.
Nota: Finalmente, Rosalía se tomó el Prozac. Es que a la pobre se le murieron todos los hijos, así a lo loco, que es cosa de muy poca risa. Hay que tener mala suerte, ella quería sólo algo de influencia estrogénica, unos lagrimones de cocodrilo de vez en cuando, pero de ahí a quedarse sin descendencia, ¡¡¡ya le vale al retorcido del destino!!!
Nota 2: Preguntas al lector, ¿cuánto te pareces a Rosalía?
1. ¿Te ponen triste los anuncios de Ariel? A. Sí, siempre todo sucio, y a la pobre de la marca blanca nunca le sale nada bien, B. No, C. Son la monda, siempre sale la mancha...
2. ¿Cuánto crees en la visualización positiva? A. Nada, B. Psé psé, C. La defiendo a muerte (¡¡yo si vi el documental!!)
3. Cuando sales de noche, ¿qué actitud tomas? A. Héroe crepuscular, B. Según lo que beba, C. A tope de power.
4. ¿Has escrito poesía alguna vez? A. A todas horas, hay que descargar, B. Cuándo cateaba, C. Prefiero ver Sálvame.
5. ¿Con qué frecuencia pones como estado en redes sociales "cansada", "hoy llueve" o " :-C"? A. Todos los días, B. 3 días a la semana, C. Nunca de los jamases.
6. ¿Qué opinas del futuro? A. Negra sombra que me asombras, B. A ver cómo va lo de la economía, C. Venga a reír a lo loco, y una velita a San Antonio que todo se arreglará, corchisssss.
7. ¿Eres una persona activa? A. Déjame dormir, pesao, B. Sólo llevo 2 cafés, C. A ver, de 8 a 9 el primer tema, de 9 a 10 el segundo, de 10 a 12 máquina del café, luego patinaje... ... ...
Si tienes mayoría de A, viva, eres súper fan de Rosalía