José María Pelagio Hinojosa Cobacho (estaba sin nombre el muchacho ¡eh!), nació en el 1805 en la pedanía de Jauja, Córdoba, y en contra de lo que el nombre pueda nos puede llevar a pensar no era un torero, sino un bandolero, que si en México tuvieron a Pancho Villa en la España del siglo XIX teníamos bandoleros pa aburrir, ¡era el oficio que más lo petaba por el 1800!
Pertenecía a una familia de jornaleros, esos típicos de las series de TVE que trabajan pal Zeñorito y asin, y en principio quería seguir con la tradición familiar pero con 15 años tuvo la mala suerte de enamorarse de Clara, una shavalilla dallí del pueblo. Estaba en una fiesta rondándola cuando llegó un tipo que era más fuerte, más alto y más guapo a incordiar a la joven, José María se puso to loco, que a los 15 el amor siempre es verdadero y forever and ever así que ahí, con un par, le reta a un duelo de cuchillos y lo mata. Entonces ya, cosas de la vida, tuvo que pasar muy olímpicamente de Clarita y pirarse a la sierra para hacerse bandolero.
Por iniciar la carrera tan joven le apodaron “El Tempranillo” (hay otra versión que dice que le llamaban así porque madrugaba un huevo para cometer los atracos pero, siendo español y dedicándose al pillaje, voy a pasar mucho de creérmela… )
Por iniciar la carrera tan joven le apodaron “El Tempranillo” (hay otra versión que dice que le llamaban así porque madrugaba un huevo para cometer los atracos pero, siendo español y dedicándose al pillaje, voy a pasar mucho de creérmela… )
El caso es que para hacerse un hueco el mundo del atraco a diligencias y eso se unió a un grupo de bandidos que pegaba muy fuerte en esa época “LOS SIETE NIÑOS DE ÉCIJA”. Que los inicios en solitario son muy duros y todos los grandes empiezan en bandas, sino fijaos en Shakira, Ricky Martin o Baute. Y como a ellos al Tempranillo le llegó la hora de iniciar su carrera en Solitario a los 17 años: montó su propia empresa y se especializó en el asalto a carruajes y a las diligencias de la hacienda Real. Empezó poquito a poco y terminó controlando toda la Sierra Morena, de hecho tenía hombres que se encargaban de todo quisqui pagara el paso por los caminos de la zona. En el siglo XIX se llamaban asaltadores de caminos, hoy Autopistas de Peaje... ¡un visionario el tío!
Eso sí, quitando lo de que robaba, era un tipo superhonrado, que tenía a todos sus hombres con el contrato en regla y le pagaba las horas extra y todo, ¡Que cada vez que le mataban a uno tenía que convocar oposiciones para cubrir la plaza! Estaban todos los bandoleros locos por unirse a él. Y cada vez que se quedaban a dormir él y sus hombres en un pueblo dejaban unas propinacas que ni los Jeques Árabes, vamos, que era todo un incentivo para la economía de zona ¡Y una cortesía en los atracos! ¡Una manera de guardar las formas y atracar con respeto! Que bajaba a todos los pasajeros de los carruajes y le buscaba una sombrita para que no pasasen calor mientras les robaba… Y las señoritas ¡locas por el bandolero! Que dejaban las ventanas abiertas por si una noche se animaba a darles una alegría… Que José María no era muy guapo ¡pero tenía una mirada tan penetrante! Y el rollo ese de vivir al margen de la ley pone mucho… Además era un descarado que cuando atracaba a una señorita estaba ahí flirteando todo el tiempo:
-¡Quilla! Una mano tan hermosa no necesita de alhajas…
Y ellas con la sonrisa tontorrona:
-¡Eso se lo dirás a todas, ladrón!
Al final se acabó enamorando, que ya se veía desde el principio que el Tempranillo era un tipo sensible, de una gaditana que se llamaba María Jerónima Francés. Se casaron por la iglesia que, oye, una cosa era robar y otra vivir en pecado así a lo tonto picando a Dios sin necesidad, y se la llevó al monte. Estaban la mar de felices cabalgando por la sierra, vigilando el negocio de los atracos, vamos ¡como El Duque y Catalina de Sin tetas no hay paraíso! Cuando aparecieron los Migueletes, que eran los hombres que Fernando VII había puesto para acabar con el bandolerismo, a joder el cuento de hadas… ¡Si es que hay gente que no sabe respetar los finales felices! Cuando se enteraron de que Jerónima iba a dar a luz se apostaron en las puertas del cortijo en que estaba cual paparazzis en la clínca Ruber antes del nacimiento de la infanta, con los rifles preparados. ¡Que la pusieron tan nerviosa con la presión mediática que se murió en el parto! Y el tempranillo analiza la situación:
-Anda que si ahora nos morimos aquí los tres… ¡¡¡Menuda mierda de final!!! De película de serie B total…
Así que agarra el caballo, se amarra el niño en la cintura, sube el cadáver de la mujer, se lanza al galope contra la fila de Migueletes que le disparaban y… ¡le sale bien la jugada al jodio! ¡Que ni un disparo recibe! ¡Ni uno! Que no se si tenía mucha suerte o los otros tenían las escopetas mal calibradas. El caso es que pasa por una iglesia que le pillaba de camino, el cura ve la estampa y se le ponen en el alzacuello, bautiza al niño, que oye, ¡él era un cristiano de toda la vida de Dios! y luego lo deja, junto con la difunta esposa, en casa de los suegros:
-¡Que eschudie! ¡Que en la via de bandolero hay musho estré!
Y se volvió a refugiar en la sierra pero con muy pocas ganas, que tenía 27 años ¡y ya estaba de vuelta de todo! Así que cuando Fernadndo VII, que también estaba hasta los huevos de luchar contra los bandoleros andaluces, le propuso el trato de perdonarle la vida a cambio de que se cambiara de bando y le ayudara a limpiar la sierra de bandoleros, (lo mismito que propusieron Al Pera con los ladrones de coches ¡si es que está todo inventado!) no se lo pensó dos veces y reunió a su cuadrilla:
-¡Que me vi hasé funsionario! Si me querei venirsen conmigo, si no os vai a cagá… ¡Qué voy en serio, pishas! No va a quedá un bandolero en toa la Sierra Morena!
Y fifty fifty, la mitad se fueron con “El Tempranillo” y la otra mitad se quedó en el monte…. ¡hay que joderse! A esas alturas de su vida va el tío y se hace un hombre de bien, si es que los españoles no sabemos decir que no a trabajar pal estado, que se ve esto no viene de ahora… Se retiró de la mala vida, ¡que creo que hacía hasta deporte! Montó su propia hacienda y se dedicó a vender exclusivas a la prensa extranjera, pa que contaran sus memorias y eso… y ¡lo que es la vida! Lo acaba matando el 23 de septiembre de 1833, con 28 años, en una emboscada, su excolega “el Barberillo” ahí, a traición, “Bang, bang” y pal hoyo, que luego investigando sobre su frase final cuentan los testigos que “no dijo ¡Ay! Ni nada” Una pena, que con ese arte andalú fijo que de haberle dejado dice algo chulo, chulo…
16 comentarios:
'Los siete niños de Écija' dan mucho miedo. Con ese nombre, me imagino a un ejército de pequeños Antonios Banderas vestidos de mexicano. No tiene sentido, lo sé, pero es cosa de mi mente, que va por libre.
Genial es episodio huida-con-muetta-and-baby a caballo. Es muy 'Tierra de lobos'. Seguro que al final lo plagian.
Morir a manos de alguien llamado 'El Barberillo' tiene taaaaaaan poco glamouuuuur... Seguro que Carmen Lomana nunca lo permitiría.
Es grandioso el modo de contar las cosas en este blog, Dior, mencanta, soy fan de tiiiiiiii!!!!!
Muy interesante y con mucha arte que tenéis. Me voy contenta, ya sé algo más de historia... y sin querer...
Un besote
Preciosa manera de ver la historia de este bandolero...me ha encantado...un besote
Tempranillo para iniciarse y tempranillo para morir no? Que no le duró el funcionariado ni un año! Con lo que cuesta sacarse una oposición! jajaja
1besico!
Ay....es que nosotros los bandoleros no somos nada...
Muy bueno lo de las autopistas de peaje. Supongo que hablar de El Tempranillo habréis entrevistado a Sancho Gracia no? O eso es de más tarde?
En todo caso Pancho Villa me cayó mejor. Éste va y se convierte en funcionario y el otro va e invade los USA, con dos cojones. No hay color!!!
Pues mirad, de esté no sabía nada. A mi que me llamen ladrón siempre me gusta.
Me ha encantao la parte esta de: José María se puso to loco, que a los 15 el amor siempre es verdadero y forever and ever así que ahí, con un par, le reta a un duelo de cuchillos y lo mata xDDD
buenisimo chicas ;).
Jajajaja, buenísimo. Esta vez me habéis pillado sin nada de conocimiento de El Tempranillo. Lo malo (o bueno) es que cuando recuerde algo de su vida va a ser de esta forma y si le digo a alguien que lo hicieron funcionario me va a mirar de forma un poco rara, jajajajajajaja
Lo de los delincuentes aseisnos que acaban de trajeados y a sueldo del Estado es costumbre. Mira Micahel Collins en Irlanda o Yasser Arafat en Palestina. Pero para risas buenas buenas BANDOLERA en Antena 3. Es un LOL histórico perenne.
En nuestros tiempos sería todo un personaje de Sálvame de luxe
no sabia nada de este tipo,, aunque no me agrado nada como termina el tipo...en fin jeje como siempre muy bueno
Las buenas historias siempre deberían ser juzgadas por su final... Vamos, si hablamos del "Tempranillo" igual mejor obviar su final (tan irónicaménte poético); si hablamos de vosotras, pues siempre conseguís finalizar cada narración con una tranca de fuegos artificiales que me dejan iluminada (léase esto último en todos los sentidos posibles)!
¡Qué bueno! desde luego qué personaje, solo podía ser español, robar las joyas mientras lanzaba piropos, me he divertido mucho, así da gusto aprender historia chica.
Ja ja ja..siempre me ha gustado la historia, pero desde luego si en el cole, y en el instituto, la dieran tan amena, y tan divertida, como la cuentas..desde luego habría hecho la carrera de historia!!!!!
Me ha encantado tu blog!!!!!
Larisa, la verdad es que que te mate "el barberillo" tiene guasa... ¡ironias de la vida! jeje
Kamikaze, Gracias pro comentar! nos alegramos que te guste!!
Fibonacci, Nos alegramos que te guste! Un saludo!
Pérfida, toda la razón... no somos na...
Hijoeputa... Sancho Gracia nacía cuando el tempranillo se escapaba al monte, jeje... Tienes razón, Pancho Villa no se vendió, era más de picarse con el poder!
DDmx Nos alegramos que descubras cosas nuevas en el blog... ladron! jajaja
Juanjo, si es que es cierto, a esas edades el Amor siempre lo es con mayúsculas...
José, jajaja, nos encantaría que lo vayas contando así por ahí... que se hizo funcionario y eso..jajaj
Maeglín, y a los bandoleros de ahora encima los elegimos y les pagos... Habrá que visualizar algún capítulo de Bandolera a ver... jeje
Miguel Baquero: Y fijo que le salían amantes, hijos secretos un chofer que gravaba conversaciones... jejej
Rafa, gracias por coementar, nos alegramos que te guste!
Patri, ¡es que antes la gente si que tenía finales sorprndentes!
Sonja, jajaj si señor, como buen español era un truhan!
PequeñoLins, ¡bienvenido al blog!! Nos alegramos mucho que te guste!!!
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