lunes, 14 de noviembre de 2011

HORACE WELLS



Hoy toca una de dentistas, de dentistas buenos, que también los hay…
El amigo Horacio, Horace Wells, nació el 21 de enero de 1815 en Vermont. Era de una familia bien, acomodada, con pelas para mandarle a la universidad y toda la gaita, pero mira por donde él tenía vocación de cura. Le molaba el rollo de dar discursos en el púlpito, salvar almas a través de la confesión y esas cosas que, oye, cada uno tiene sus filias…  El caso es que cuando se lo dice a sus padres se llevan un disgusto tremendo:
-Horace, cariño… ¿me vas a dejar sin un nieto?- la obsesión de las madres con tener nietos es una cosa seria-  ¿Toda nuestra fortuna para la iglesia? No nos hagas ese feo, anda. Estudia una carrera y cásate;¿tú sabes la ilusión que nos haría tener un hijo dentista?
Y Horace cede al chantaje emocional porque no le salía a él lo de ser rebelde, no le salía, así que se saca la carrera de odontología, se busca una novia formal, se casa, abre su consultorio… ¡lo típico! 
Pero no os creáis que le satisfacía mucho lo de arrancar piños en vivo, que en esa época no había anestesia ni ná y estaba ya un poco hasta la coronilla de los lloros y los gritos y de la gente llamándole bruto y de los niños teniéndole miedo… vamos ¡que a veces se sentía como el hombre del saco!
Un día, para olvidarse le los problemas fue con su mujercita al espectáculo del circo de Mr. Colton, y ¡los circos de antes si que molaban! Porque ahora como mucho en el circo ves un león medio famélico saltar un aro pero antes, a poco de suerte que tuvieras, salías con un colocón de oxido nitroso guapo, guapo. Si, si, en serio, el número estrella era ¡EL GAS DE LA RISA! Y consistía en escoger a una serie de voluntarios del público, ponerles hasta el culo de óxido nitroso y  partirse todos la caja con las alucinaciones ajenas y eso...  ¡No veas que risas! El caso es que Horace se fijó en que unos de los pavos que había sacado al escenario se cayó por una escalera desgarró media pierna y seguía tan happy, sin quejarse ni ná… Así que al amigo se le encendió la bombilla, se hizo con unas bombonas de óxido nitroso y se fue a la consulta a pedirle a su ayudante John Riggs que le arrancase un piño en pleno colocón y, oye, ¡le daba hasta gustito la exodoncia!
Desde entonces empezó a utilizarla con sus pacientes, hizo una publicidad de la leche, 
Dr. Horace Wells.
Dentist.   
No pain” 
y esas cosas y, bueno, la gente ¡salía de un feliz! Que a algún sábado noche fijo que dudaban entre ir de pubetos o a sacarse un diente. Horace, como era buena gente no quería quedarse el solo con el descubrimiento así en 1845 decidió dar a conocer la nueva técnica a la comunidad científica  en la Universidad de Massachusetts.  
Se encontró con una audiencia un pelín excéptica:
-¿Intervenciones quirúrgicas sin dolor? ¡Habrase visto el loco éste! Si todo el mundo sabe que “no pain, no glory” eso lo vi yo escrito en camisetas, fíjate…
Wells iba todo contento con su maravilloso descubrimiento pero le coincidió uno de eso días en que todo sale mal: Se había levantado con el pié izquierdo, le habían quedao las llaves dentro,  el encargado de aplicar el gas se quedó corto, el paciente era un puto poco quejica y bueno… ¡hizo un ridículo! El tipo de la muela gritando, el publico descojonándose y Horace que no sabía dónde meterse del bochorno. Tras el fracaso se volvió a aplicar oxido nitroso a si mismo y pidió que le hiciesen otra extracción (si casi se queda desdentado el pobre por la tontería) para auto demostrarse que sí que funcionaba. Lo que pasa es que ya a esas alturas y con su reputación por los suelos decidió que no quería volver a tratar dientes en la vida: cerró la consulta y reorientó su carrera profesional como ¡¡comercial de artículos para el hogar!! Si nunca es tarde para empezar de cero…
 Me lo imagino con el maletín por las casas de Connecticut cual representante de Avon. Insisto: ¡poooobre!
En 1946 su antiguo socio William Morton, consiguió extirpar un tumor de cuello sin dolor, tras la aplicación del éter. Su popularidad subió como la espuma y se forró. Horace Wells, casi sin un duro y con una rabia interna que flipas se piró a París, que en París morirse de hambre todavía era considerado en arte. Se pasó allí una temporada pero nada, la cabeza no le paraba al amigo que seguía obsesionado con el tema de la anestesia así que se volvió a Estados Unidos y empezó probar los gases todos, ¡todos! empezó a inhalar éter a lo loco, éter y cloroformo, se pasaba así las horas muertas... ¡otros fuman!
De todas maneras, chicos, no hagáis esto en casa, que puede parecer guay y que mola, por las alucinaciones y eso, pero  te pones un poquito mal de la cabeza... Sirva como moraleja lo que le pasó a Wells, que  tras una semana entera de colocón salió a la calle y roció con ácido sulfúrico a dos prostitutas que tuvieron la mala suerte de cruzarse con él… Que esto me hace pensar que, a lo mejor otra cosa no, pero ¡tenía la ostia de productos químicos en su casa!  Total que le pillaron y le encierran en prisión. Conforme iban pasando los días y recuperando la lucidez se dio cuenta del pedazo de ida de olla que había tenido, de lo pardísima que la había liado y no pudiendo vivir con los remordimientos se suicidó en su celda rajándose la femoral con una navaja de afeitar.
¡Ah! Eso sí, tras la correspondiente autoadministración de una dosis de cloroformo, que una cosa es que uno se quiera matar pero sufrir no, que no tonto no era…

13 comentarios:

raindrop dijo...

Moraleja: la próxima vez no le hagas caso a tus padres y te metes a cura.

Anda que...
xD

Maeglin dijo...

!Jodo floro que truculencia, Mujer!
Seguro que más de uno y de dos han acabado en el arroyo espumeando rabia por el "copy anda paste" que, de sus ideas, han hecho otros con más fortuna. Unos cuantos seguro que dejó en la cuneta el difunto Steve "Manzanita" Jobs.

juanjomoga dijo...

Jaja joder que tio mas triste el pobre, se inventa "la anestesia" para dentistas y demás y la hace popular su amigo y se forra xDDDD . Hay que ser gafe...

Tarambana dijo...

Vaya cuidado que había que tener en los circos de antes...

En fin, la historia tiene un final bastante trágico. Pero ya conocemos la vida de Horace Wells, el dentista sin dolor. Buena entrada!

Perfida Canalla dijo...

Los pelos como escarpias se me han quedado, oye...

Lectora dijo...

madre miaaa, pobre hombre si es que algunos no tienen estrella, no si ya se lo debía oler él y por eso pensó que mejor vida tranquila, una misa por aquí un rosario por allá, la de disgustos que se habría ahorrado la criatura.

lapatapelá dijo...

jajajaj me encantó el blog las felicito desde Chile!!

un ratón dijo...

Estoy con raindrop, lo mejor no hacer caso a los padres y hacer lo que uno realmente quiere, que luego sino vienen los disgustos.
Besitos

AM Editorial dijo...

Guauuu!! O.O

Lo primero, de todos es sabido que si trapicheas, mejor no te metas nada.

Este Horace... ¿cuántas hamburguesas cree que se comen los de McDonald's?

Y, por último, una pregunta... ¿De dónde sacó el cloroformo si estaba en una celda?

Un abrazo!

Miguel Baquero dijo...

No sabía yo nada de la existencia de este hombre, y fijate que este blog me ha instruido. Además de que me he divertido mucho. Y lo que dices tú, que habría que ver cómo tenía ese hombre la casa de sustancias y ácidos y rollos en el armarito debajo del fregadero, que es donde suelen estar todas estas cosas...

miguel dijo...

Buenísimos el artículo, el blog y el óxido nitroso. Ya tenéis a un nuevo seguidor y comentador activo.
Saludos,
Miguel

Miguel Baquero dijo...

¡No me digáis que ya no quedan hombres ilustres por ahí a los que... biografiar!

estonoesunblogdehistoria dijo...

Raindrop, es una lección como otra cualquiera, en la vida hay que seguir los deseos de uno...

Maeglin, de esos hay unos cuantos ejemplos, si eggg que ¡hay que patentarlo todo!

Juanjo, mala suerte que tuvo el pobre...

Tarambana, los circos ya no son lo que eran, está claro..

Pérfida, no me estraña...

Sonja, si es que lo de la vida monacal puede parecer un muermo, pero tiene sus cosillas...

Lapatapelá, muchas gracias, y ¡bienvendida al blog!

Un ratón, cierto! Así ya sabes para cuando te toque, a dejar libertad al ratoncillo!

AM editoria, nos has planteado una pregunta buenisma, ¡ni idea de como consiguió el cloroformo! Habrá que investigarlo..

Miguel Baquero, la crisis no es solo económica, tambien de ideas, hombres ilustres a mazo,pero inspiración para contar sus vidas menos... ains...

Miguel, muuuuy bienvendido a nuestra bitácora, nos alegramos que te guste y participes!