lunes, 20 de diciembre de 2010

IRENE DE BIZANCIO


                                                   
                          
A estas alturas, que las mujeres de Bizancio eran de armas tomar, debíamos de saberlo todos si venimos con la lección aprendida, a Teodora me remito. Pero la dulce emperatriz Irene (emperador se hacía llamar la criatura) fue la primera en gobernar por si misma, y no como consorte, en el Imperio bizantino.
Irene nació en Atenas en el 755 hija, según las malas lenguas, de una meretriz, la niña aprendió a ser una lagarta y una trepa desde la más tierna infancia. Y como el físico la acompañaba ¡¡Un auténtico bomboncito!! Pues la chica, que no era tonta, lo aprovechó.
Utilizó el viejo truco del tropezón casual (quien dice tropezón casual, dice tirarse literalmente a sus pies y restregarse si se dan las circunstancias). Esperó al emperador León IV a la salida de misa de doce y ahí, nada más verlo, se desplomó a sus pies con el cuento de tener la tensión baja. Y como la chica era muy, muy guapa y el emperador era muy, muy tonto, pos se llevó el gato al agua.
Se casó con 17 años con un marido que era un calzonzazos, así que la niña hacía y deshacía a su gusto. Se acostumbró pronto al lujo y cuando su marido murió, contando su hijo Constantino VI con 10 años de edad, dijo al pueblo que tampoco hacía falta que se preocuparan de buscar un sucesor así a la ligera, que si tal ya se ocupaba ella del trono mientras el hijo se iba haciendo mayor.
Lo que pasa es que a Irene, como a muchas madres, le parecía que Constantinito no se hacía mayor nunca, ¡¡lo tenía enmadradísimo!! Le eligió ella misma la esposa e incluso dicen los rumores que le supervisó personalmente la noche de bodas. Lo cierto es que Irene, hija como era de una puta (¡no os asustéis! Las cosas como son…), sabía perfectamente de que pie cojeaban los hombres, su hijito incluido, y como a ella el poder le molaba que te cagas, pues cuando este alcanzó la mayoría de edad y dejo de ser un niño, ya le dijo que no se lo devolvía, que santa Rita, Rita… y para mantenerlo ocupado le suministraba a él y a su esposa afrodisíacos en la comida, hasta que un día se le fue la mano y casi los manda para el otro barrio y ahí el hijo ya se picó:
-¡¡Que me devuelvas la corana te digo!! ¡¡Que es mía y es mía y es mía ¡!! Y no me vengas con lo de que me vaya a retozar con mi esposa, que hasta las narices estoy de follar, hasta las narices ¡¡Que uno es humano!!

Pero Irene nada, erre que erre, que de toda la vida de Dios es sabido que a los hombres se los conquista por el estómago y por la cama, y ella era mala cocinera… Así que en un descuido de su hijo acorraló a su nuera y le hizo saber que si no intervenía en su ayuda en los momentos de intimidad marital, pues tal vez, quizás, a lo mejor a ella se le podía caer veneno accidentalmente en su comidita. Pero nada, ni por esas, el niño que quería reinar y punto.
Y reinó. A regañadientes Irene le entregó el poder, pero cambió de estrategia e hizo lo que hacen mejor todas las madres: ¡Chantaje emocional! Y andaba cabizbaja por el palacio:
-¡Ay! ahora que ya no reino yo creo que ya pinto nada aquí, hijito, un cero a la izquierda soy. ¡Un cero! ¡Con lo mal que lo pasé en el embarazo por tu culpa!  ¡Y en el parto! ¡¡Que cabezón eras, cariño!! ¡Días, días para salir! Y luego estas antiestéticas estrías que me quedaron, que yo hubiera valido para portada del Interviú pero el embarazo me pilló tan joven… Ya...lo único que me hacía ilusón era reinar…¡pero bueno!
Y Constantino, hasta los huevos, sucumbió:
- ¡¡¡Que siiiiiiiii, que te devuelvo el poder, pesada!!! ¡Que te lo regalo, agonías! Pero como me vuevas a llevar a ver el parto de la Domus, ¡te juro que la lío parda!

Y así Irenita, más contenta que unas pascuas, recobró de nuevo el poder ¡¡¡y pudo mandar a sus anchas!!!
Lo primero que hizo fue santificar el culto a las imágenes, que con lo mona que era ella cualquier día se fijaba un artista y le ponía su mismísima cara a una virgen ¡Anda que iba a desaprovechar esa oportunidad! ¡¡no, no!! “A partir de hoy se veneran imágenes, estatuas y estampitas, porque lo digo yo y punto”
Pero nada, que mientras ella lo que quería era gobernar en paz, hacer fiestecillas, dejar verdes de envidia a las nobles de los imperios vecinos…la gente no hacía más que conspirar, ¡¡que locura!! Que si los nobles estaban descontentos, que si la plebe decía que era una derrochadora, que si su hijo ahora te doy el poder, ahora te lo quito…
Que a la pobre la pusieron de los nervios, y la buscaron tanto ¡que la encontraron! Y ya os avisó yo que cuidadito con sacarle el genio a una Irene (¡si conoceré yo Irenes!)
Pos que la tía se calentó de lo lindo, cogió a su hijo, lo hizo azotar en público y como el castigo le pareció poco, hizo que le quemaran los ojos y que lo encerraran en una celda.
- Y ven a por otra , guapo.
Luego, se ve que el chico murió a causa de las heridas causadas por las quemaduras, pero bueno eso son circunstancias que no se podían prever, que los niños de la nobleza son unos enclenques.
Con su mayor opositor muerto y el pueblo con los huevos de corbata, ya pudo seguir con sus planes. Y como Bizancio ya empezaba a quedarle pequeño, pensó en expandirse un poquito, pero lo de las batallas le parecían un puto rollo, además fíate tú de los hombres ¡No, no! algo más sutil como un casamiento con alguien grande, y ¿Quién más grade que Carlomagno? Así que Irenita, que tenía más mentalidad de hombre que de mujer se lo propuso al susodicho sin rodeos. Y el gran emperador, viendo lo buenorra que todavía estaba la criatura dijo que sí al momento, pero luego ya le fue la gente con el chisme de que si era una lagarta, de que si había matado a su hijo, que si era una sádica,  que si bla, bla, bla... y el gran Carlos, que no había tenido miedo jamás en ninguna batalla, se acobardó ante una mujer.
Ya sin esta poderosa alianza, Irene fue  en 802  víctima de una conspiración por parte de su ministro de financias (¡fíate tu de los banqueros!) que la apartó del trono y la llevo a exiliarse en la isla de Lesbos, donde moriría un año más tarde.

P.D.: ¡¡AH!! Si, luego la hacen santa, que la chica tenía sus cosillas, pero, oye, lo del culto a las imágenes fue un puntazo, así que si algún día pasáis casualmente Estambul no olvidéis encenderle una velita.

13 comentarios:

FIBO dijo...

jajajaja me encantais...disfruto con vuestras maneras de ver la historia...cuantos palos me habría ahorrado si me la hubieran explicado de esa manera...un besote

Quico dijo...

"a los hombres se los conquista por el estómago y por la cama, y ella era mala cocinera…" Sublime!! xDDDD

Babunita dijo...

Ahora de este imperio, le falta Ana Comnena y su Alexiada...

Patrishaw dijo...

Ya me diera cuenta en todas las entregas anteriores, pero la vida de Irenita (vaya otra Irene de armas tomar) me acaba de reafirmar que este blog es también una fuente inagotable de consejos que conviene aplicar a la vida diaria. Vamos, que tranquilamente podríais decirnos a los lectores de vuestro blog eso de: "Ted, te voy a enseñar a vivir".

juanjomoga dijo...

Jajaja ¡que grande eres!

francisco m. ortega dijo...

Gracias por tus palabras y tu visita. Recibe un saludo cordial.

estonoesunblogdehistoria dijo...

Fibonacci, Quico, Patrishaw, Juanjo, Gracias a todos por leernos y por vuestros comentarios.
Babunita, Ana Comnena si que era una intelectual, si es que las muejeres de Bizancio...
Francisco, Graicas por devolver la visita!!

Perfida Canalla dijo...

jajajaja
Mi madre!!!
Y 2000 años después se reencarnó en Aida Nizar!!! (Claro que cambio la belleza por ser algo mas perra...)
Un besote coleguitas

Miguel Baquero dijo...

Buenísimo, como las otras entradas que te he leído. Ojalá hubiera tenido yo un profesor de Historia que explicase las cosas así.

la reina del mambo dijo...

Buenísima entrada, es muy divertida.
Hay que ver lo que se consigue siendo bella.
Besos

estonoesunblogdehistoria dijo...

Pérfida, menudo "enemigos íntimos" nos estamos perdiendo porque esas dos mujeres no compartieron época histórica jaja

Miguel Baquero, gracias por pasarte y el comentario...

La reina del mambo, para que luego digan que el físico no importa!

Maeglin dijo...

Está genial vuestro blog y por favor más cosas de Bizancio que me gustan que es cosa mala.

estonoesunblogdehistoria dijo...

Maeglin, bienvenido al blog y gracias por comentar!! La verdad es qeu el imperio bizantino da mucho de si...